El Gobierno Federal fue ordenado a resguardar los cuatro memoriales colocados frente al Palacio Nacional por familiares de personas desaparecidas y que fueron retirados el pasado 15 de marzo.
Un juez de Distrito de la Ciudad de México, emitió esta resolución luego de que, el pasado martes 16, aceptó la demanda de amparo promovida por las familias buscadoras.
A través de un comunicado, las familias dieron a conocer que esta demanda fue presentada «al considerar que el retiro de los memoriales violentan nuestros derechos humanos a la memoria, a la protesta, a la manifestación, a la legalidad y seguridad jurídica».
Además, informaron que también presentaron una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, no obstante, dicha institución no está considerando la memoria como un derecho humano, por lo que el retiro de estos memoriales no representa una violación a los derechos humanos.
Si bien, la resolución del juez fue calificado por las familias como un avance para garantizar el derecho a la memoria y a la protesta, exigen que se mandate la reinstalación de los memoriales, haciendo un llamado a las autoridades a respetar el que fue instalado el pasado martes 23, con el rostro de Mauricio Aguilar Leroux, desaparecido el 27 de mayo de 2011 en Córdoba, Veracruz.
Crónica de una doble desaparición.
El primero de estos memoriales, el correspondiente a Óscar Antonio López Enamorado, joven hondureño desaparecido en Jalisco el año 2010, fue colocado el pasado 19 de enero, al conmemorarse 14 años de su desaparición.
A este le siguieron los de Antonio y Jesús Antonio Verástegui, padre e hijo desparecidos el 24 de enero del 2009 en Coahuila, colocados el 25 de enero; ese mismo día se instaló el de Alejandro Alfonso Moreno Baca, desaparecido en Nuevo León el 27 de enero del 2011.
El 13 de marzo, Mari Martínez, madre de Antonio Amador, acudió desde Honduras al Zócalo de la ciudad para emplazar la fotografía de su hijo Marco Antonio Amador Martínez, desaparecido en Tamaulipas desde el 11 de marzo de 2013.
Sólo dos días después, los colectivos de familias que impulsaron la instalación, denunciaron en redes sociales que el personal militar que resguarda Palacio Nacional retiró los cuatro memoriales.
En respuesta se convocó a una rueda de prensa el 16 de marzo, donde denunciaron este atentado contra su derechos como víctimas, posteriormente, entablaron un diálogo con Julieta Venegas durante la prueba de sonido previa a su concierto masivo en la plancha del Zócalo, en el que a petición de las familias, se refirió al retiro de los memoriales:
“Quiero aprovechar este momento para expresar mi solidaridad con la causa de los colectivos de madres y padres buscadores. Doy voz a su lucha y al reclamo para que se respeten sus espacios de expresión y memoria. ¡Vivos se los llevaron y vivos los queremos!”
Conferencia de prensa tras la remoción de los memoriales. Fotografía: Axel Hernández/ObturadorMx
La remoción de estos memoriales ha sido calificada por los colectivos de búsqueda como una forma de «represión blanda» y un intento de «volver a desaparecer a nuestros desaparecidos».
Sembrar los rostros de sus seres queridos desaparecidos en el corazón de la ciudad va más allá de la protesta y la memoria, también busca que alguna de las miles y mies de personas que día a día transitan por esa esquina frente a la residencia presidencial, identifique alguno de esos rostros y aporte alguna información que ayude a dar con su paradero.
