Mario Delgado, el presidente de Morena, se dio por derrotado en el tema de la Consulta Popular. Es la derrota anticipada de los inquisidores en México.
Sabe que no alcanzarán los números y que es imposible que 37 millones de empadronados salgan a votar sobre el galimatías que no se entiende y que no tendrá consecuencia alguna.
Como es costumbre, la culpa siempre es de otros, del INE, de los medios, los partidos de oposición que no entraron en el juego y los neoliberales.
Todos en santa cruzada para arruinar los festejos anticipados y provocar el desánimo de los inquisidores.
Por eso ya anuncian la segunda parte del conflicto y consistirá en dos caminos:
Una comisión de la verdad que indague sobre las supuestas fechorías de los ex presidentes, con la notable excepción de Luis Echeverría.
Y la propuesta de una reforma a la Constitución que estipule que las consultas deben realizarse el mismo día de la elección.
Para la primera tarea basta que junten a un grupo de notables con afanes inquisitoriales, y seguro hay tela de dónde cortar.
Pero para la segunda idea tendrán que convencer a los diputados y los senadores que provienen de partidos opositores, lo que por el momento se antoja difícil.
La idea de que las Consultas se realizarán después de las elecciones provino de una convicción: no alterarlas y ensuciarlas con el juego de los partidos, para realmente consultar sobre temas de interés y preocupación nacional.
Lo que se consultará el domingo 1 de agosto no tiene nada que ver con ello y más bien es una muestra de hasta dónde llegó el temor en el Poder Judicial ante lo que era y es un capricho.
La derrota anticipada de los inquisidores en México
Esto tampoco ocurrirá, pero de la medición de fuerzas piensan sacar alguna tajada, debilitando a las autoridades electorales y descalificándolas, por si se ofrece en 2024.
TE PUEDE INTERESAR: Nuevo líder de Morena en la CDMX
Imprimir artículo
