Jerarquías religiosas sin compromiso ante familiares de desaparecidos es una constante en México.
Integrantes de iglesias participantes en la búsqueda de personas desaparecidas en México interpelan a las jerarquías religiosas que no se han sensibilizado. Ni comprometido con las miles de familias que sufren por sus familiares desaparecidos.
La desaparición es el mayor problema que se vive en México.
Según cifras oficiales existen más de 90 mil personas desaparecidas.
En los servicios médicos forenses hay más de 30 mil cuerpos sin identificar.
Pero los jerarcas religiosos no se han interesado en atender a los familiares de las víctimas espiritualmente y no han creado una pastoral que las acompañe.
Un grupo del bajo clero: católicos, anglicanos, luteranos, cuáqueros, iglesia del pacto, presbiterianos, metodistas y menonitas.
Además el Centro de Estudios Ecuménicos interesados en apoyar a los familiares de las víctimas se integraron al Eje de Iglesias y Comunidades de Fe en la Red de Enlaces Nacionales conformada por más de 60 colectivos.
Pocos son los obispos que han mostrado tener sensibilidad ante este flagelo.
Uno de ellos el obispo Ramón Castro de Cuernavaca, quien ha dado instrucciones de que su equipo pastoral participe activamente en este Eje.
El obispo Salvador Rangel de Chilpancingo-Chilapa, y Leopoldo González, arzobispo de Acapulco, asistieron a las ceremonias en la brigada realizada en Guerrero en el 2019.
Jerarquías religiosas sin compromiso ante familiares de desaparecidos
Ricardo Gómez, obispo anglicano de Guadalajara, es el único jerarca religioso que ha acompañado a los colectivos de familiares desaparecidos a las búsquedas en campo de fosas clandestinas en Guerrero y en vida en hospitales, centro de reclusión y psiquiátricos en Jalisco.
El sacerdote Arturo Carrasco, de la iglesia anglicana, explica la labor del Eje de Iglesias en diversas parroquias.
Se realizan celebraciones y talleres de escucha y sensibilización, participan familiares de desaparecidos con sus testimonios.
Se busca acompañar pastoral y fraternalmente a las familias que viven la situación de desaparición e invitar a la sociedad a entrar en un diálogo con la Brigada para facilitar información sobre posibles puntos de búsqueda.
Reconoció que son los sacerdotes, pastores, religiosas y laicos que apoyan en las brigadas con albergues y alimentos a los integrantes de las brigadas.
El año pasado la pandemia afecto a las brigadas de búsqueda en campo y el Eje de Iglesias brindó acompañamiento a los familiares a través de redes sociales.
Este lunes, en el Día internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, los colectivos se dieron cita en las afueras del Palacio Nacional en donde colocaron flores, fotografías y veladoras.
Un grupo de familiares realizó una marcha para la Secretaría de Gobernación en dónde se reunieron con el nuevo titular, Adán Augusto López.
Y un grupo reducido de 10 familiares de desaparecidos, entre ellos Tita Radilla, hija de Rosendo Radilla. Desparecido en la llamada Guerra Sucia en Guerrero, se reunieron con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los religiosos que acompañan a los familiares de los desaparecidos tienen confianza en que los jerarcas católicos realmente se comprometan.
Ante el problema, ningún gobierno ha logrado tener una estrategia de seguridad para contener este delito.
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