En las protestas realizadas en Cuba las iglesias jugaron un papel importante en el llamado a la paz y al diálogo, al tiempo que apoyaron las manifestaciones de los ciudadanos, condenaron los actos violentos, la represión y las detenciones por parte del gobierno.
El domingo 11 de julio miles de personas se manifestaron en varias localidades entre éstas La Habana, Camagüey y Santiago para reclamar libertad.
Además de empujar el fin de la dictadura, demanda de alimentos y medicinas, denunciaron el incremento de contagios y fallecimientos por Covid-19.
Esta situación dio voz a las iglesias para manifestarse a favor del pueblo cubano.
Como nunca antes se atrevieron a pronunciarse, en los mensajes la iglesia católica llevó la delantera.
Recordemos que la relación entre el Vaticano y el régimen castrista tiene su historia, pues Fidel Castro fue excomulgado por Juan XXIII.
El papa Juan Pablo II visitó ese país en 1998 para reanudar las relaciones diplomáticas, catorce años después lo hizo Benedicto XVI y Francisco en el 2015.
El papa anticomunista, Juan Pablo II en su visita críticó el embargo económico estadounidense.
Y pronunció la frase histórica: «Que Cuba se abra al mundo, y que el mundo se abra a Cuba».
Desde entonces se estableció una alianza entre Cuba y la Santa Sede.
Las iglesias en Cuba apoyaron las manifestaciones
En los últimos años algunos opositores al régimen han descalificado al Episcopado cubano por considerar que apoyan al gobierno.
Incluso laicos criticaron al papa Francisco por no pronunciarse inmediatamente contra la represión del día 11.
El papa lo hizo siete días después en su primera aparición pública después de salir del hospital.
Francisco llamó a la paz y al diálogo. Los opositores señalaron que no fue contundente.
La respuesta la dio la Conferencia Episcopal Cubana tras afirmar «no podemos cerrar los ojos ni mirar para otro lado, como si no pasara nada.
«La violencia engendra violencia, la agresividad de hoy abre heridas y alimenta rencores para mañana que costará mucho trabajo superar”, advirtió.
Y añadió que “se camina hacia una rigidez y endurecimiento de posiciones que pudieran engendrar respuestas negativas, con consecuencias impredecibles que nos dañarían a todos.
«No se llegará a una solución favorable por imposiciones, ni haciendo un llamado a la confrontación, sino cuando se ejercite la escucha mutua, se busquen acuerdos comunes y se den pasos concretos y tangibles que contribuyan, con el aporte de todos los cubanos sin exclusión, a construir la Patria”.
Manifestaciones en Cuba
A su vez, la Conferencia de Religiosos Católicos en Cuba apoyó el «derecho legítimo y universal» de los cubanos a expresar sus quejas con el gobierno de manera «ordenada y pacífica”.
Aseguró haber recibido “con profundo respeto e interés los gritos y esperanzas manifestados por la gente que ha salido a protestar en las calles de todo el país».
Afirmó que “las personas que salieron a la calle no son delincuentes, son cubanos cotidianos que encontraron la manera de expresar su descontento».
La Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba (IPRC) llamó al pueblo cubano a mantener la calma y evitar a toda costa soluciones violentas a la situación de inestabilidad social y crisis pandémica que vivimos.
Al Estado y Gobierno a mantener canales de diálogo abiertos para lidiar con la crítica situación y evitar la violencia.
A las comunidades presbiterianas, les pidió orar sin descanso por paz y discernimiento para nuestros gobernantes, por la tranquilidad ciudadana y por sanidad para nuestro pueblo.
El Programa de Emergencias y Ayuda Humanitaria de Cáritas Cuba gestiona donativos internacionales ante la delicada situación que enfrenta el país porque a casi 16 meses de la pandemia del Covid-19 se enfrentan a un rebrote con cifras inéditas.
Un ritmo creciente de contagios y de mortalidad que se suma al déficit de insumos y medicamentos en hospitales.
Se debe esperar cuál será la respuesta del gobierno cubano ante la actitud de iglesias.
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