Martí Batres insistió ante diputados locales que en el gobierno de Claudia Sheinbaum no se trata con sesgos ni distingos a la oposición.
Pero cuando no le gustaron las palabras duras y críticas de los opositores les acusó de buscar camorra.
SERRAT O SEBASTIAN
En la tribuna del Congreso local el secretario de Gobierno dijo que la población tiene derecho de escuchar al Grupo Firme, a Silvio Rodríguez, a “Joan Manuel Sebastian” y a los Tigres del Norte.
Quizás buscó decir Joan Manuel Serrat, pero nadie lo corrigió, menos los morenistas que no se cansaban de aplaudirle, aunque cometiera estos yerros.
Batres lo dijo porque enfatizó así que la actual es una administración incluyente y garantista, pues lo mismo garantiza el derecho al agua que a la cultura y al esparcimiento.
Le respondió de esa manera a la diputada de la Asociación Parlamentaria Ciudadana Daniela Álvarez, quien acusó que esta es la peor administración en la historia de la Ciudad de México.
A Batres le dijo que se quedó como un dirigente de partido y no logró ser un hombre de Estado.
CAMORRA
El secretario de Gobierno no se quedó callado y ante las acusaciones de la diputada opositora dijo que el consenso implica la actuación de dos partes o de varias.
“Cuando sólo es una parte la que está buscando consenso y la otra está buscando camorra es difícil que haya consenso”, acusó.
En discursos de ida y vuelta la legisladora Daniela Álvarez le recriminó desde la tribuna.
“Qué lástima que no coincidir sea para ustedes una falta de madurez o hacer camorra.
“No coincidir se llama democracia, pluralidad y diversidad, les invito a ser tolerantes”, reprochó la diputada.
CONSENSO Y MÁS CONSENSO
Martí Batres no se cansó de hablar de consensos en medio de esos discursos camorristas.
Así, presumió que el Presupuesto del año 2022 se aprobó con el consenso de casi todos los partidos políticos representados en el Congreso local, al igual que la reforma electoral.
Negó, por cierto que esa reforma busque debilitar al Instituto Electoral capitalino.
Lo que sí se buscó, dijo, es constreñir áreas desproporcionadas dentro del Instituto que se crearon para darle cuotas de cargos administrativos a un personaje que no quiso nombrar.
No era necesario que él lo nombrara porque en otros momentos la misma jefa de gobierno ya lo ha hecho, al acusar al polémico Mauricio Toledo de inflar la nómina del IECM para colocar a amigos y conocidos.
Pero el tono condescendiente de Batres no resultó del todo suficiente para acallar las recriminaciones de la oposición.
PALABRAS TIBIAS
La desaprobación fue tibia, pero llegó, de parte de Mónica Fernández César, la vicecoordinadora del PRI.
Ella lamentó que de parte del gobierno capitalino no se dan reuniones conjuntas con alcaldes para fortalecer el lema de gobierno abierto.
“Necesitamos un secretario de gobierno acompañando a alcaldes”, dijo la priista.
La secundó Frida Guillén, diputada del PAN, quien lamentó los constantes ataques a la oposición de parte del gobierno de Sheinbaum.
Aseguró que los diputados panistas mantendrán su defensa hacia los alcaldes de la UNACDMX e insistió que el gobierno capitalino actúa con sesgos políticos.
Pero desde la visión en la que es gobernante, Batres rechazó sesgos o ataques.
Dijo que la administración de Sheinbaum es un gobierno de toda la Ciudad, porque las obras y los programas sociales no conocen fronteras.
Así, enfatizó, no se hace ninguna distinción.
Mencionó a la alcaldía Álvaro Obregón como un territorio donde más empeño se ha puesto en temas como seguridad.
Dijo que ya pronto habrá reuniones del Cabildo de la CDMX.
Serán al menos tres, para tratar asuntos de seguridad y la atención a las gestiones que hace la ciudadanía vía digital.
Agregó que con los 16 alcaldes ha sostenido encuentros bastante cordiales.
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