Transporte público CDMX. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), Claudia Sheinbaum, lleva a cabo una estrategia para extinguir el transporte público concesionado.
Los que pagan las consecuencias de esa idea perversa son los capitalinos y no se escapa nadie.
Ni los que tienen automóvil ni los que tienen que padecer la mala calidad del transporte público concesionado.
En la CDMX, los dueños de concesiones de transporte público, ya sea de camiones, microbuses o furgonetas, son una industria de 18 mil familias.
Desde que se decidió dar este servicio a los privados se abrió un fuerte mercado de uno de los principales servicios que ofrece la capital del país.
Sin embargo, ninguno de los gobiernos, que se definen de izquierda, en los últimos 25 años han decidido apoyarlos para transitar al esquema de empresa de transporte público.
Y mucho menos para renovar sus unidades e incluso se ha fomentado que las unidades que supuestamente saldrían de circulación regresen a dar servicio, pese a cobrar bonos de chatarrización.
Transporte público CDMX rumbo a la extinción
La corrupción ha sido un flagelo que ha derivado en que los gobiernos utilicen a los transportistas con fines políticos.
A los choferes se les convirtió en una clientela política a la que someten con prácticas ilegales o con la amenaza de procesos judiciales.
Mientras no se da una solución para lograr que se renueven y ofrezcan un servicio a la altura de la CDMX.
Por eso, con el paso de los años se han vuelto en un problema mayor y para Sheinbaum la mejor estrategia es dejarlos morir solos. Con ello busca que se extingan.
Pero no se ha reparado en que son un mal necesario que debería ser una opción digna de empleo y fundamental en la movilidad de la ciudad.
La pequeña visión de Sheinbaum ha sumido al transporte público de la CDMX en su peor crisis y no les dará un aumento de tarifa por la sencilla razón de que está en campaña.
Por lo tanto, los capitalinos deberán seguir padeciendo un transporte deficiente y en extinción.
Aquí en el semanario les compartimos un balance del caos por la estrategia de Sheinbaum para extinguir al transporte público concesionado. 👉🏼 Semanario 93
