El Fondo para la Atención de Desastres (Fonden) era un instrumento útil para atender de inmediato a personas y zonas afectadas por desastres naturales.
Sin embargo, este gobierno decidió desaparecerlo, bajo el recurrente argumento de actos de corrupción, no probados ni denunciados ante las autoridades judiciales.
Realmente, lo que López Obrador quería es que los recursos de 109 fideicomisos desaparecidos, entre ellos el propio Fonden, pudieran ser utilizados para sus caprichos.
Por eso, en el presupuesto del próximo año el Aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas tienen mayores recursos.
Además, el dinero tiene también como destino los programas sociales que impulsa el presidente y que son utilizados electoralmente.
Las lluvias han arrasado con viviendas y bienes materiales en Hidalgo y Estado de México. Lo más lamentable son las pérdidas humanas.
A pesar de eso, no hay dinero para atender con rapidez las necesidades de la gente y la emergencia que estas catástrofes ocasionan.
Lo mismo sucede en Guerrero, epicentro del sismo del martes pasado, donde tampoco llegan los apoyos.
Gobiernos estatales extrañan el Fonden.
El gobernador Héctor Astudillo declaró que sí se extraña al Fonden, porque atendía de inmediato las necesidades de la población.
Los gobiernos estatales tienen que buscar apoyos del gobierno federal, pero estos tardan en llegar, porque los recursos no están disponibles para ese propósito.
El presidente sigue hablando de que no es necesario ese Fondo y asegura que era “un barril sin fondo”.
Insiste en que se cometían actos de corrupción, pero no presenta, como lo prometió, las pruebas correspondientes.
Sin Fonden y sin apoyos
López Obrador se ha acabado el dinero del país en sus caprichos.
Mientras la gente sufre por la falta de apoyos y ahora tiene que dormir, en el mejor de los casos, en albergues.
Hidalgo, Estado de México y Guerrero están en situación de alarma y el gobierno no tiene capacidad de respuesta, solo discursos para tratar de esconder la emergencia.
La Secretaría de Hacienda, se supone que envía los recursos de manera directa, pero la burocracia impide que lleguen rápidamente y los afectados tendrán que esperar.
Sin Fonden y sin apoyos. No hay humanismo, como presume el presidente. Hay un control para distribuir los recursos y sacar raja político-electoral de la tragedia de la gente.
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