Ciudad de México.- La Ciudad de México está apunto de llegar a la temporada de estiaje y no hay buenas noticias para sus habitantes porque una vez más habrá crisis por la escasez de agua.
Ramón Aguirre, titular del Sistema de Aguas de la CdMx, lo toma con calma, sentado en su despacho en el centro de la capital del país. Adelanta que se diseña un cuarto plan a 50 años para cumplir el derecho al agua.
Año con año, debe hacer circo, maroma y teatro para causar los menores daños a las familias capitalinas que viven con sed.
Este 2017, Aguirre augura un fenómeno complejo, pero no un colapso.
— ¿Qué pueden esperar los capitalinos para esta temporada de estiaje?
— La problemática que se tiene en el estiaje es la misma que de todos los años. Estuve verificando en la mañana, por ejemplo, los reportes de falta de agua y el año pasado tuvimos un estiaje más severo, hubo muchísimas más quejas que este año y el año pasado hubo unas quejas parecidas a éstas. La gente no nos acostumbramos a estar sin agua, el hecho de que sea el mismo cuento cada año no quiere decir que no haya descontento y no haya quejas justificadas de las personas, el agua es un servicio demasiado útil, demasiado necesario en nuestra vida cotidiana para pensar que la falta de agua que se da cada año en esta temporada sea un tema menor.
— ¿Al momento se tiene planeado obtener agua de otras vías?
— Seguimos trabajando en el tema de los pozos profundos, seguimos en ese tema, se ha complicado un poco porque a reserva de que están participando gentes con mucha experiencia, como el Instituto de Geología, la Comisión Nacional del Agua, Petróleos Mexicanos, nos encontramos con la sorpresa de que los pozos que se perforaron generaron gas.
Entonces no se tiene la certeza si es una bolsa de gas que se va a ir desfogando, o si es un pozo que va a producir gas, y que por lo tanto se va a volver generador de electricidad. Ese compromiso se está haciendo y por ahí está el que hizo la Comisión Nacional del Agua de terminar la siguiente fuente de abastecimiento que necesariamente es una fuente para la zona metropolitana, no solo es líquido vital para la Ciudad de México sino para toda la metrópoli.
En el artículo 9, apartado F de la Constitución de la Ciudad de México, se establece al agua como un derecho humano, motivo por el cual en el numeral 2 se obliga a la ciudad a garantizar la cobertura universal; no obstante, al momento 1.6 millones de capitalinos no cuentan con el líquido.
— ¿Cómo entender el derecho al agua asentado en la Constitución de la Ciudad de México?
— Lo que habría que poner sobre la mesa es que no toda el agua que consumimos es para los servicios básicos o como un derecho humano, también el agua tiene la dualidad de que funciona como una mercancía, porque no es la misma el agua que usamos para beber, para preparar alimentos, para el aseo, que la que utilizamos para lavar un carro o para dotar de agua a un centro deportivo o llevar a un restaurante.
Entender el agua que se tiene como un derecho humano y como un derecho ciudadano es el reto que se tiene, nosotros lo que hemos propuesto es que se haga un análisis para que el agua se pueda manejar en esta dualidad.
— ¿Qué elementos son necesarios para que este derecho se garantice?
— El agua puede ser un derecho pero no por eso está en los tubos con buena presión y de calidad, ahora hay que ver que se requiere para hacer de este derecho una realidad. En el caso particular de la Ciudad de México estamos hablando de una infraestructura que ya está construida. Nosotros tenemos la mayor cobertura de los servicios en el país, pero no quiere decir que por eso tengamos servicios de calidad y no quiere decir que los tubos estén en buenas condiciones.
El gran reto que tiene la ciudad hacia adelante y es el plan que estamos preparando es cómo renovamos una infraestructura pero que es la que tiene alta cantidad de fugas, un 40 por ciento del promedio de edad de las tuberías de la Ciudad es de 55 años.
— ¿Qué renovaciones en la infraestructura ha habido en los últimos años?
— Nosotros necesitamos abrir ahora dentro de las inversiones que hace la Ciudad de México un renglón nuevo para hacer el cambio que requieren las tuberías de la ciudad. Se han venido haciendo pero no en las cantidades suficientes. Más o menos estamos renovando como 50 kilómetros de tuberías al año y deberíamos estar renovando por lo menos 150, de los 13 mil kilómetros de tubos de agua y los de drenaje que tienen 12 mil.
En la medida en la que no se hace la inversión completa, cada año vamos teniendo un mayor rezago.
— ¿A cuánto ascendería el monto para esta renovación?
— El presupuesto que necesitaría la ciudad sólo para renovar infraestructura es de 4 mil 500 millones de pesos; porque son más de 2 mil 150 instalaciones más 25 mil kilómetros de tuberías.
— ¿Cuáles son las condiciones de este nuevo plan a realizar?
— Lo que se está viendo con los diputados es que se requiere que sea un plan a largo plazo, requiere inversiones sostenidas a 50 años y requiere que esas inversiones se cumplan. Ahora con la Constitución (local) se está creando un Instituto de Planeación, este Instituto será el que revisé este programa que hará el Sistema de Aguas. Lo va a revisar, lo cuestionará, lo ajustará, pero finalmente el chiste es que haya un plan que este valorado por la autoridad técnica y que ese plan se realice.
— ¿Propondría que las inversiones se abran a concesionarios?
— No, las concesiones ya están totalmente fuera de las posibilidades, en la Constitución quedó claro que no se puede privatizar ni la potabilización, ni la distribución, ni el abasto. El tema de los recursos que pudo entrar con asociaciones público privadas, aun cuando el gobierno no dejara de tener el control de la gestión integral, la posibilidad de tener asociaciones público-privadas en agua quedó vetado por la Constitución, ya es un tema que está discutido, está votado y está vetado por la Constitución. Eso obliga al gobierno a que el 100 por ciento de los recursos para cubrir con el plan sean recursos públicos.
— ¿A cuánto ascendería la inversión total?
— Vamos a ver ahora la cantidad que nos arroja en el plan de 50 años, pero no va ser muy diferente, el dato que nosotros tenemos es de que se requieren 8 mil millones, hicimos un plan a 25 años, pero el plan a 50 no va representar la mitad porque es el doble de tiempo, lo que pasa es que en los otros 25 años se necesita más porque se deteriora más la infraestructura. El plan a 25 años era para un renovación parcial y ahora vamos a hacer un plan a 50 años para una renovación total. Esa renovación total nos va llevar a inversiones, yo estimo que no menos a los 6 mil 500 millones o 7 mil, por ahí debe de andar.
— ¿En qué tiempo estaría listo el plan?
— Ya con tantos años meneando el abanico aquí, yo creo que lo podemos preparar en los próximos 4 meses y un plan sólido, porque no es un plan que se haga por primera vez, tenemos tres versiones anteriores. Ahora lo que vamos a hacer es que como a 25 nos arroja cifras muy fuertes, lo vamos a alargar lo más que se pueda a 50 años y pensando en los 50 años vamos a ver qué cifra nos da.
— ¿Para que se logre la inversión se tendrían que subir los impuestos?
— Esa es una decisión que deberán de tomar el Jefe de Gobierno en su oportunidad, el secretario de Finanzas. Yo entiendo que la idea que se tiene por parte de los diputados de izquierda que son los que dominan la ciudad, es que el agua como un derecho esté ampliamente subsidiada. Yo creo que lo que se tendría que analizar es hasta qué punto y en dónde habría que cobrar más por el agua que es una mercancía o un derecho ciudadano; entonces seguir manteniendo el subsidio en consumos bajos que implican el derecho humano. El derecho humano sería un uso racional del agua para las necesidades básicas.
— ¿Cuánto sería el consumo por vivienda?
El dato que se tiene por organismos internacionales, el consumo por habitante oscila entre los 20 y 50 litros, dependiendo del clima, porque no es lo mismo por zona, de alguien que vive en Alaska que quien vive en el trópico.
Vámonos al tope, entonces estaríamos hablando de unos 12 metros cúbicos por bimestre los que se podrían considerar como un tema de un derecho humano, el promedio que tenemos en la ciudad es de 31, entonces hay que ver, porque una fuga en casa pues no es un derecho humano; el tema es que hay que reconocer que el agua es un derecho humano pero es una mercancía.
— ¿El consumo de 30 metros cúbicos sería ya tema de un aumento para los capitalinos?
— No es una decisión que tomé yo, lo que digo es que hay que analizar, si se requiere financiar el plan hay dos opciones: o se da mayor subsidio dejando de hacer otras cosas entendiendo que no son cantidades menores, estamos hablando de aumentar el presupuesto de la ciudad en el renglón del agua en el orden de unos mínimo 3 mil 500 millones de pesos o se consigue un subsidio de 3 mil 500 millones de pesos o se consigue un mecanismo para financiarlo porque lo que no se puede o no se debería hacer es que no se realicen las inversiones necesarias para lo que es un derecho pues tenga las inversiones necesarias para hacerlo cumplir, porque así el derecho nada más en la Constitución, pues no sirve.
— ¿Qué porcentaje poblacional recibe agua por tandeo?
El dato que tenemos es que el 18% de la población no recibe el agua diario, es decir, tenemos personas que reciben el agua diario en ciertas horas, con mejor presión en otras horas pero lo reciben diario, ahí podríamos estar hablando de un 50% de la población, pero hay un 18% de ese 50 que recibe el agua cada dos, tres días o una vez a la semana.
— ¿Con el programa lan a 50 años en cuánto tiempo los ciudadanos van a empezar a ver un cambio respecto a esta situación de tandeo?
— La realidad es que no es un tema sencillo, las inversiones en agua deben de ser sostenidas para garantizar un servicio a largo plazo, Yo estimo que una solución –contando con los recursos adecuados- se puede dar en un plazo de no menos de siete años, para que se haga notar un cambio en el servicio a la gente que carece del mismo.
Imprimir artículo
