Ciudad de México.- Bajo una lluvia que no cedía, cientos de periodistas exigieron el esclarecimiento del asesinato de cinco personas, entre ellos un reportero y una activista veracruzana, horas después de ser descubiertos los cadáveres en un departamento.
«No se mata la verdad matando periodistas» se leía en una pequeña pancarta que una joven portaba; desde las 16:00 horas de este domingo, decenas de personas comenzaron a llegar al Ángel de la Independencia rodeados de estructuras que sirvieron para la exhibición de los automóviles de Fórmula Uno en la misma zona.
Aquellos que tomaron el uso de la voz, exigieron que la atención no sólo se centrara en Rubén, ya que otras cuatro mujeres fueron asesinadas, entre ellas Nadia Vera y Yessenia Quiroz, quienes fueron identificadas mediante redes sociales. El procurador capitalino, Rodolfo Ríos, afirmó que los nombres de las víctimas se mantendrán en secrecía.
«Era la ciudad de la esperanza para los refugiados hasta el viernes 31 de julio de 2015, cuando apareció el cuerpo torturado de Rubén Espinosa quien desde 2012 había recibido amenazas por su oficio, este crimen marca a la Ciudad de México, éste refugió se rompió» acusó un fotógrafo al usar el micrófono.
Al filo de las 17:00 el lugar estaba repleto, alrededor de 500 personas, entre ellos reporteros, tanto jóvenes como experimentados, fotógrafos, y miembros de la sociedad civil exigían a gritos el esclarecimiento de las cinco personas asesinadas en un departamento de la colonia Narvarte el pasado viernes, entre ellos, Rubén Espinosa.
Entre consignas como «Fue el estado» y «Duarte asesino», se responsabilizó directamente al gobernador de Veracruz, Javier Duarte por orquestar el asesinato de Rubén Espinosa, fotoperiodista de Cuartoscuro y Proceso, quien abandono el puerto hace poco más de un mes por amenazas del mandatario.
«Ser periodista se ha convertido en la profesión más difícil en América Latina» acusaron tanto miembros del gremio como aquellos de la sociedad civil.
Comparaciones con Tlatlaya, Ayotzinapa y Ostula se escuchaban entre los asistentes, culpas hacia el presidente nacional Enrique Peña Nieto; el mandatario capitalino, Miguel Ángel Mancera y el gobernador veracruzano Javier Duarte reinaron durante poco más de dos horas.
Conforme el tiempo transcurría, el clima dejaba de ser favorable, sin embargo, la manifestación continuaba su ritmo, sobre Paseo de la Reforma hasta llegar a Niza, y de ahí a Marsella, donde se encuentra la representación del estado Veracruz en la capital.
Al llegar al recinto, la lluvia comenzó, pero nadie se fue. Sólo se refugiaron bajo algún techo, compartiendo paraguas y capas improvisadas. La lluvia no cedió.
Quienes encabezaron el movimiento anunciaron el lugar donde Rubén sería velado, en espera de que un contingente acudiera a acompañar a la familia.
Los periodistas volvieron a marchar como aquella tarde del sábado 7 de agosto del 2010 cuando marcharon del Ángel de la Independencia a la Secretaría de Gobernación justamente por las mismas razones: las agresiones a los periodistas en el estado de la República. La diferencia es que hoy fue un asesinato en el DF.