Mendigar vacunas

Ciudad de México.- Durante meses de pandemia, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, su equipo de Salud, Jorge Alcocer y Hugo López-Gatell, y el canciller Marcelo Ebrard, aseguraron que México había comprado vacunas para inocular a toda la población

Sin embargo, tienen semanas suplicando al gobierno de Estados Unidos que mande dosis a nuestro país. Previo a la reunión del primero de marzo entre los presidentes López Obrador y Joe Biden, la parte mexicana anunció que el tabasqueño solicitaría vacunas contra la Covid.

La respuesta fue inmediata y rotunda. La vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló: “El Presidente (Biden) ha sido claro que su foco está en asegurar que la vacuna sea accesible a todos los estadounidenses, ese es nuestro foco”.

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La autoridad estadounidense aún no aprueba la de AstraZeneca, lo que el gobierno mexicano pretende aprovechar para pedir “prestadas” las dosis que ese país tiene almacenadas.

Incluso, el siempre presuroso López-Gatell dijo el lunes en la conferencia vespertina que “la negociación (con el gobierno de Estados Unidos), ha sido exitosa”, y que el canciller informaría el martes en la matutina.

Eso no sucedió. Ebrard indicó que será el viernes cuando informe al respecto. Aunque dijo estar “optimista” porque la negociación “va muy bien”. Ya veremos.

Acostumbrado a que siempre le digan que sí, ¿cuál será la reacción de López Obrador si el gobierno de Biden se niega a enviar vacunas a México?

México está pidiendo vacunas al gobierno estadounidense porque el plan de contratación y suministro han sido un fracaso. Hasta ahora, se han aplicado aproximadamente 4 millones 500 mil dosis, 3.5 por ciento de la población. México está en el lugar 67 de 107 países en ese proceso.

De acuerdo con el Presidente, en abril se habrán vacunado a todos los adultos mayores (al menos la primera dosis), lo que al ritmo que se lleva hasta ahora, será muy complicado cumplir.

Mendigar vacunas (ayuda, le llama el Presidente) fue la mejor estrategia que pudieron hallar López Obrador y López-Gatell. Si se hubieran preparado a tiempo, en estos momentos los adultos mayores estarían vacunados.

Pero no fue así. La improvisación por encima de la organización.

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