“En cualquier situación de crisis, ya se trate de guerras, pobreza o catástrofes naturales, los niños son las mayores víctimas. Son los más débiles físicamente, y siempre son los primeros en sucumbir a las enfermedades o al hambre.
Muy vulnerables emocionalmente, los niños son incapaces de entender por qué les obligan a abandonar sus casas, por qué sus vecinos se convierten en enemigos, por qué de repente tienen que vivir en un arrabal rodeados de basura o en un campo de refugiados sumido en la desgracia.
No son responsables de su destino, ya que, por definición, son inocentes”.
Sebastiao Salgado. Fotógrafo y escritor.
Ciudad de México.- El artículo 11 de la Constitución Política de la Ciudad de México se titula Ciudad Incluyente y en su apartado I, llamado Derechos de las personas migrantes y sujetas de protección internacional, se dispone que “Las personas migrantes y las personas sujetas de protección internacional y en otro contexto de movilidad humana, así como sus familiares, independientemente de su situación jurídica, tendrá la protección de la ley y no serán criminalizados por su condición de migrantes. Las autoridades adoptaran las medidas necesarias para la protección efectiva de sus derechos, bajo criterios de hospitalidad, solidaridad, interculturalidad e inclusión”.
Y el artículo 4 de nuestra Carta Constitucional nos marca con precisión a través de sus tres incisos los mecanismos de protección, los principios rectores y los elementos necesarios para que nuestra ciudad avance en favor de la igualdad sustantiva y de la no discriminación, dispone incluso que cualquier manifestación de xenofobia, segregación racial y otras formas conexas de intolerancia serán consideradas como discriminación.
Hace más de un año que la agencia de refugiados de la Organización de las Naciones Unidas daba cuenta del grave problema que se vive en el denominado triángulo norte de américa central, que incluye a los países de El Salvador, Honduras y Guatemala, donde más de 14 mil personas habían realizado el proceso de asilo político en diversos países como Costa Rica, Estados Unidos y México entre otros.
El conflicto político derivado del golpe de Estado en Honduras, que está por cumplir ya una década, ha generado un proceso acelerado de empobrecimiento del pueblo Hondureño, sumado a un esquema de violencia sin precedentes que ha propiciado el desplazamiento forzado de su pueblo.
La crisis en materia de derechos humanos, ha sido registrada por diversos organismos y asociaciones civiles que trabajan en favor de los derechos humanos en el mundo, Amnistía Internacional entre otras ha documentado detenciones arbitrarias, tortura, tratos crueles e inhumanos, así como también ejecuciones sumarias, que se puede consultar en Cálix, Álvaro, “Honduras: de la crisis política al surgimiento de un nuevo actor social” en Nueva Sociedad, no. Marzo-abril 2010.
Según datos de la Secretaria de Gobernación de nuestro país, durante el año 2017 se otorgó protección a cerca de 663 Hondureños, 85 personas de Guatemala y 911 de El Salvador, sin embargo, la misma dependencia no cuenta con datos oficiales sobre las personas que se encuentran en nuestro país de paso y que tienen como destino el ingreso a los Estados Unidos.
Hoy en día, diversos medios de comunicación señalan que alrededor de 7 mil personas provenientes de Centroamérica han comenzado un éxodo de sus países de origen, particularmente de Honduras y Guatemala, con el fin de buscar mejores condiciones de vida, mujeres, niñas, niños, jóvenes, adultos mayores, familias enteras han decidido hacerle frente a la pobreza y a la violencia y buscar condiciones de vida digna en naciones distintas a la suya.
Honduras cuenta con la estadística más alta de homicidios de América, además de violento, es extremadamente pobre. Es tan fuerte la necesidad, la violencia y la pobreza que la dimensión real, es sin duda, la de un éxodo, nadie se ocupó de brindar a su pueblo lo básico en sus países de origen, se ven obligados a dejar atrás a sus familias, con la finalidad de cambiar su condición de vida.
Caminan persiguiendo sueños, buscando hacer una vida en otra tierra, en otro pueblo, caminan cientos, incluso miles de kilómetros enfrentando las peores condiciones de abandono humanitario.
Se van, por que llego la hora de salir a buscar oportunidades de trabajo y de mejores formas de vida, aunque el proceso para alcanzarlo implique poner en riesgo su propia vida.
La Historia de México, nos da muestra de que somos y hemos sido una Nación que ha recibido a miles y miles de personas refugiadas a lo largo de nuestra historia, provenientes de todas partes del mundo, hemos dado asilo a miles de mujeres y hombres que han contribuido con su talento y con su esfuerzo al fortalecimiento de nuestra cultura y de nuestro desarrollo.
En el distrito 12, en la Alcaldía en Cuauhtémoc somos testigos de la importancia y el valor de las migraciones, miles de historias de abandono, desplazamientos por la pobreza, por la violencia, por la falta de acceso a oportunidades, convertidas en historias de integración, de esfuerzo y de personas que salen adelante y también de personas que se integran a los procesos de delincuencia.
Les comparto que mientras concluía la presente participación, el domingo 28 de octubre, dos elementos opuestos se presentaron, por un lado, por la mañana se anunciaron acciones necesarias para la creación de un Puente Humanitario, con la participación del gobierno de la Ciudad a cargo del Dr. José Ramón Amieva, la ombudsperson de la Ciudad la Dra. Nashieli Ramírez y la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo en su carácter de Jefa de Gobierno electa, para apoyar a las personas que integran el #ÉxodoMigrante, en su tránsito no solo por nuestra ciudad, sino por el país entero.
Se dispuso el envió de brigadas desde la ciudad de México, para encontrarse con el #ÉxodoMigrante en el Estado de Oaxaca, con el fin de brindar atención humanitaria, para tal fin, también se integró al equipo de trabajo de la Dra. Sheinbaum y se informó que se trabajará también con las 16 Alcaldías para la apertura de centros de acopio, que permitan articular de mejor manera la ayuda que la población brinde a los migrantes en su paso por nuestra ciudad.
Sin embargo, también damos cuenta de que este Éxodo también ha cobrado la vida del joven Henry Díaz de 26 años de edad que murió, tras recibir un disparo con bala de goma en la cabeza, por elementos de la Policía Federal de nuestro País, lo cual de nueva cuenta es importante traer a la luz la necesidad de que el Congreso de la Unión abrogue la Ley de Seguridad, que le ha permitido a la policía mexicana, hacer uso de balas de goma, que una vez más se acredita que dichas armas acaban con la vida de las personas.
El amor a la vida, implica volver a empezar, se puede caer una y otra vez, pero siempre se puede volver a empezar, migrar sin duda implica volver a empezar.
#NoLesVamosAFallar
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