Arne y el Apocalipsis de las redes sociales en la CdMx

Ciudad de México.- Las diversas quejas de violación de derechos humanos contra el City Manager dieron pie a desempolvar el protocolo que regula el uso de redes sociales por parte de funcionarios y servidores públicos de la CdMx.

Una vecina de la unidad habitacional Hermanos Serdán tira una bolsa de basura en la esquina de su calle, como de costumbre. A unos metros está Arne Aus den Ruthen Haag, quien un mes antes ha sido ungido como el City Manager de la delegación Miguel Hidalgo. 

De su bolsa saca su celular y activa la red social Periscope para transmitir en vivo y mostrar a la mujer en flagrancia. "Levante su basura", pide el funcionario y da un par de pasos hacia la mujer de unos 35 años. La señora lo ignora y el City Manager la detiene con la mano.

—¡No me toques! —grita la mujer. 

— No, no, recoge la basura. Me voy a poner en frente y no voy a dejarla pasar —insiste Arne Aus den Ruthen Haag mientras graba a la mujer caminando hacia su vehículo.

La vecina, de la mano de un menor de edad, estalla en cólera: “¡Quítate o te doy una patada en los huevos!".

Arne se crispa y grita. La escena es vista en tiempo real por cientos de usuarios de la red social, quienes ya etiquetan a la mujer como #LadyBasura. La policía llega en apoyo del City Manager y además de la sanción social, es arrestada y multada con 69 pesos. 

Con este episodio violento, Arne cobró fama de justiciero en la capital de México y encendió un foco para la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF). 

Se trataba del inicio del programa delegacional #VecinoCochino, pero abrió la puerta para regular las redes sociales en la administración pública local, una propuesta congelada desde hace dos años en la Ciudad de México.

¿Justiciero?

Con el aval de su jefa delegacional, Xóchitl Gálvez, Arne siguió sus operativos en la colonia Bosques de Jacarandas, Polanco, Bosques de las Lomas y al llegar a Molino del Rey volvió a enfrentarse con vecinos, esta vez tras retirar las macetas y cajas utilizadas por los colonos para apartar lugares en la calle y estacionar sus automóviles. 

En la transmisión se vio al City Manager furioso por no poder cargar un bote de cemento. La imagen era captada por Manuel Flores Hernández, joven con discapacidad intelectual. 

"Yo estaba tomando fotos y se abalanzó contra mí y me jaloneó. Le dijo a un policía que me llevara a la patrulla. Me pude zafar, pero me amenazó con que iba a volver y gritó que la colonia estaba llena de agresivos y discapacitados que debían de guardar”, narra el joven de 21 años. quien llevó su queja a la CDHDF. 

"Es muy grosero y altanero con los vecinos. Le falta al respeto a la gente”, dice a Capital CDMX, Alma Fuentes, vecina de la colonia Sotelo.

El ex delegado en Miguel Hidalgo Arne Aus den Ruthen Haag desacredita los comentarios.

— ¿Dicen que actúas como justiciero?

— A la gente no le gusta que la pongan en orden. Confunde un actor de la autoridad con grosería. Siempre han vivido en el desorden. Cuando alguien viene a poner orden, lo interpretan como un gesto grosero y no es así. Lo que les faltó de niños, quizá, fue un par de nalgadas”.  

— ¿Violas derechos humanos?

— No, la gente confunde justicia y aplicación de la ley con violación de derechos humanos. 

***

Arne es un tipo polémico, quienes lo conocen lo aman o lo odian. En cada paso que da, una persona se detiene a saludarlo. La gente le grita “Arne" y se para con una sonrisa. Si son hombres les  tiende la mano, a las mujeres les reparte beso y abrazo. 

Tan sólo en diez minutos, quien fuera contrincante de Gálvez, atiende a tres personas. Estas aprovechan el tiempo para pedirle que las ayude a mejorar los servicios urbanos en su colonia. Arme escucha atento y de manera espontánea llega a las colonias a poner orden y a transmitir en vivo el pleito que se genere. 

La delegada aplaude la labor de su City Manager, pero a decir de expertos en la función pública está excediendo los límites de su responsabilidad.

José Antonio Caballero, investigador en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), explica que pese a que Ruthen Haag señala que sus operativos son ciudadanos, él no es un ciudadano común, ya que sale a grabar como servidor público sujeto a un régimen jurídico especial de responsabilidades y obligado a cumplir con los deberes que le impone las leyes.

“No es lo mismo que tú salgas con tu cámara a filmar lo que hay en la calle a que salga un funcionario público. La autoridad cuando sale a grabar está en función de autoridad. Los derechos humanos están diseñados para limitar el poder de la autoridad, no para facultarla a que hagan cosas”, dice el especialista en sistemas de impartición de justicia.  

Considera que la actuación del City Manager es contradictoria, ya que sale a grabar con el fin de que los ciudadanos respeten las normas, pero al recibir un llamado por parte de la CDHDF, la desprecia. “Aparentemente sale como una persona que respeta normas, instituciones (…), pero cuando se entera que la CDHDF recibe quejas e inicia una investigación sobre el asunto, tuitea ´recomiendamesta´. Eso te dice es que es una persona que tiene certeza de lo que hace y si las instituciones no están de acuerdo con él, está dispuesto a despreciarlas. Una actitud donde se presenta como poseedor de la razón lo hace más peligroso con una cámara siendo autoridad", afirma Caballero.

¿Regulación de redes? 

Hace un par de años, el comisionado presidente del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Distrito Federal (Infodf), Mucio Hernández, vio venir la violación de derechos humanos con el uso de las redes por parte de servidores públicos sin un protocolo.

El Ejecutivo y Legislativo de la CdMx le dio poca importancia al tema. Hoy hay seis quejas ante la CDHDF contra Arne aus Den Ruthen y ante la presión mediática, se ha generado el consenso para la regulación. ¿Hacia dónde van las redes en la CdMx? "Hacía generar un diálogo horizontal con la ciudadanía", dice Hernández. 

La base de del protocolo son los derechos de las personas. "Se van a proteger los derechos de cuarta generación", afirma a Capital CDMX y detalla tres aspectos que serán considerados.  

El primero es el impacto a la privacidad. "El espacio público no quiere decir que no haya impacto a la privacidad, por eso si hay una transgresión se violan derechos humanos y lo correcto es hacer medias de mitigación", afirma el presidente del InfoDF. 

El segundo eje es la flagrancia, que implica más que un asunto de difusión, la acción de la autoridad competente. "Las tecnologías deben coadyuvar. Desde la protección los datos personales es necesario separar acción o microdelito con la identificación de la persona.

Las tecnologías abonan en términos de máxima publicad y en transparencia, pero la cámara debe estar enfocada en el servidor público y no hacia el ciudadano", considera Hernández. 

El tercer aspecto a considerar es la acción de la administración pública. "Lo debemos controlar para la protección de datos personales y la privacidad. La persona siempre debe consentir la difusión de la imagen", añade. 

Mientras sigue la discusión, Arne avanza con un poco más de cautela por las calles, es el City Manager empoderado en Miguel Hidalgo que hace justicia con su propio celular.

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