Ciudad de México.- La próxima Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) será de tercios y consciente de que será de esa manera, el jefe de Gobierno ya inició acercamientos formales con dos de los partidos políticos que tomarán decisiones en el edificio de Donceles y Allende, el PRI y el PAN.
El pasado viernes 3 de julio y luego el lunes 6, Mancera sostuvo encuentros separados con las dirigencias panista y priista en la ciudad, en ese orden. Se trata de las primeras reuniones de carácter oficial que tiene con los líderes de partidos tras las elecciones del 7 de junio.
Los líderes locales del PRI y el PAN tejen fino para armar un bloque legislativo de oposición y de poder frente a sus adversarios del PRD y de Morena. Los priistas, que contarán con siete diputados, buscan una alianza con el PAN, que tendrá 10; el PVEM, que contará con dos; Encuentro Social, con un par de diputados; además del Partido Humanista y el Movimiento Ciudadano con un legislador cada uno.
Al construirse –porque es casi un hecho, si es que quieren sobrevivir–, ese bloque tendrá una representación de 23 legisladores, frente a los 22 de Morena. Los 19 del PRD formarán a su vez un grupo con el representante del PT y el otro de Nueva Alianza para sumar 21 votos.
Definidas así las rebanadas del pastel, las votaciones en la ALDF tendrán que salir por consenso. Ningún grupo político podrá, por si sólo sacar adelante su propia agenda, pues ahí la mayoría simple se alcanza con 34 votos y nadie los tiene.
Como ocurre en la Cámara de Diputados y en el Senado, donde la Mesa Directiva es rotativa de manera anual, en la ALDF la Presidencia de la Comisión de Gobierno, junto con su influencia y sus recursos, deberá compartirse en el trienio.
El toma y daca estarán a la orden del día en la VII ALDF. ¡Muy interesante!
