El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, concede cada vez más y más poder al Ejército. Pasará a la historia como el presidente que militarizó al país.
Aunque también quien como opositor y en campaña ofreció regresar a los soldados a los cuarteles, pero hizo exactamente lo contrario.
Su objetivo es granjearse la simpatía de los uniformados, que en este sexenio tienen un protagonismo no visto desde que dejaron el poder en manos de los civiles.
En las próximas semanas, el Presidente enviará una iniciativa al Congreso para transferir la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Más y más poder al Ejército
En los hechos ya es así, pero quiere plasmarlo en la Constitución para que no sea sencillo modificar la estructura de la Secretaría de la Defensa Nacional.
No será sencillo convencer a la oposición, conformada por el PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PRD.
Se requieren dos terceras partes de los votos en las Cámaras de Diputados y Senadores para poder hacer realidad el deseo presidencial.
¿Cómo le hará el Presidente para que su propuesta pase la aduana legislativa?
La próxima Legislatura de la Cámara de Diputados ya no habrá mayoría de Morena y aliados, aunque habrá partidos gustosos en complacer a López Obrador.
López Obrador no está acostumbrado a negociar. Impone y si eso no le resulta, descalifica e insulta a sus “adversarios” desde la conferencia matutina.
Comandancia del Ejército
En su carrera por impulsar la carrera del Ejército, a fin de que esas reformas a la Sedena vayan más allá de 2024, López Obrador creó la Comandancia del Ejército Mexicano.
El mando de ese nuevo órgano militar recae el general Eufemio Alberto Ibarra Flores.
De esta manera, Ibarra Flores se convierte en el número dos de la Secretaría de la Defensa Nacional, sólo bajo las órdenes de Luis Crescencio Sandoval.
El objetivo de esta nueva comandancia es que coordine el trabajo de las fuerzas armadas y a la Guardia Nacional, formalmente bajo mando civil todavía.
La militarización del país avanza a pasos agigantados, aunque desde Palacio Nacional se niegue.
El Presidente parece confiado en que la reforma constitucional que enviará al Congreso será aprobada para pasar la Guardia Nacional a la Sedena.
¿Ya habrá convencido al PRI para que ese partido le dé la mayoría calificada?
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