Fue suficiente. Después de la humillante derrota sufrida ayer en Lisboa, Joan Laporta y el Barcelona, estarían optando por relevar a Ronald Koeman del banquillo blaugrana. El neerlandés, víctima de recortes y renovaciones, está con los días contados, pues marcha en sexto lugar de LaLiga y en último lugar de la Champions.
Barcelona are looking for new manager and the current plan is to change – it could take some days. Process started with the whole board involved. Talking with many different candidates to replace Ronald Koeman. 🔴 #FCB #Barça
— Fabrizio Romano (@FabrizioRomano) September 30, 2021
‘Barcelona está buscando nuevo técnico y su plan es renovarse – podría llevar algunos días. Toda la directiva ya empezó el proceso. Están en conversaciones con diferentes candidatos para reemplazar a Ronald Koeman.’, afirmó el periodista italiano, Fabrizio Romano.
La situación que vive el Barça es preocupante. Perdieron a Messi, Griezmann y a Suárez mientras que las vacas sagradas sin alma y sin sentido de pertenencia, resistieron. Hoy el Barcelona atraviesa por una época oscura y con un aparente fin lejano. Los relevos, las deudas y la baja moral han terminado por finiquitar a un club que, en algún momento, se consideró grande y que ahora es irreconocible.
Con una temporada aún joven, Joan Laporta y la directiva blaugrana ya tendrían considerado hacer un movimiento en el banquillo de forma inmediata para aprovechar el parón internacional.
LAS OPCIONES
En consecuencia, el Barcelona ya tendría al menos tres candidatos para el puesto. El primero sería una cara conocida y con ADN culé, Xavi Hernández, el segundo sería el experimentado técnico, Roberto Martínez y por último, el menos probable, Andrea Pirlo.
No obstante, este último, en comparación con los demás, es el único que no tiene contrato vigente con algún equipo. Asimismo, al despedir a Koeman, el Barcelona le tendría que pagar al neerlandés al menos 12 millones como indemnización, provocando que, por cuestiones de límite salarial, no podrían traer a un técnico con altas pretensiones monetarias.
La nueva cuestión sobre la mesa es saber el quién, el cuándo y el por qué del próximo estratega.