La igualdad, solo una simulación. El primero de septiembre inician los trabajos de la LXV Legislatura de una Cámara de Diputados que marginó a las mujeres de los órganos de decisión.
Las coordinaciones de las fracciones parlamentarias fueron asignadas a hombres. La Junta de Coordinación Política, donde se toman las principales decisiones, será encabezada por estos.
Ignacio Mier, Morena; Jorge Romero, PAN; Rubén Moreira, PRI; Carlos Puente, Partido Verde; Jorge Álvarez Máynez, Movimiento Ciudadano; Alberto Anaya, PT, y Luis Espinosa Cházaro, PRD, tendrán la conducción de la Cámara de Diputados.
Los dirigentes de los partidos, que toman la decisión de quienes encabezarán sus grupos parlamentarios, no vieron en ninguna mujer capacidad para conducir sus fracciones.
Machismo y misoginia es lo que existe en los partidos y en la Cámara de Diputados.
San Lázaro tendrá el 49.3 por ciento de mujeres, pero ninguna en una posición clave o de decisión.
Incluso, Morena y el PAN propusieron a hombres para la presidencia de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez y Santiago Creel.
Solo promesas, la igualdad, solo una simulación
En campaña todos hablaron de la paridad total, pero esos discursos quedaron solo en la verborrea para atraer el voto ciudadano.
Todo quedó en promesas. A nuestro país le falta mucho para avanzar en la igualdad.
El Congreso debería ser el primero en cumplir. En el sexenio pasado aprobó que los partidos postularan 50-50 para cumplir con la equidad.
Pero no es posible que se cumpla la Constitución por mandato, debería haber apertura para impulsar a muchas mujeres valiosas que participan en la política.
Salvo el Verde, con Karen Castrejón, todos los demás partidos son presididos por hombres.
Eso habla del retraso que hay en México respecto a la igualdad, a pesar de los discursos desde el gobierno y los partidos.
Las decisiones en la Cámara de Diputados transitarán, una vez más, por los hombres, quienes en su narrativa se dicen, incluso, feministas.
Queda demostrado que solo es discurso y en los hechos siguen siendo ellos quienes toman las decisiones fundamentales en el Congreso mexicano.
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