Desde 2012, Leo Vargas tenía que haberse convertido en trabajador de base en el Hospital Pediátrico Iztacalco. Han pasado pasado 11 años y su situación laboral sigue siendo precaria.
Por eso, el técnico radiólogo junto con sus compañeros del sector salud de la Ciudad de México (CDMX) decidió salir hoy a bloquear diferentes avenidas de la capital del pais para que sus exigencias sean tomadas en cuenta, por el nuevo jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres.
El salario de Vargas es de unos 5 mil pesos pero “menos las prestaciones y todo eso que te quitan, cuatro mil doscientos, tres mil doscientos”.
Así lo cuenta a Capital CDMX mientras sostiene una cartulina blanca, que hace juego con su bata, con la leyenda: “Galene unido, jamás será vencido. Queremos la base”.
De «Galene Salud» a la Basificacion
En el cruce entre las avenidas Fray Servando y Congreso de la Unión, se reúnen unos cuantos médicos, enfermeras y demás personal de salud.
Su objetivo es que Batres los escuche y tome cartas en el asunto.
Los trabajadores de la salud aseguran que se están violado sus derechos laborales y hay mayor incertidumbre con la federalización del IMSS-Bienestar.
Demandan que se les asignen las plazas de base que les corresponden como trabajadores de la Secretaría de Salud de la CDMX (Sedesa).
Ante la falta de diálogo del gobierno capitalino, los manifestantes decidieron formar un perímetro rodeando el cruce de las dos avenidas del Centro de la CDMX.
Por unas horas los peatones pudieron caminar sobre Congreso de la Unión, sin temor de los carros.
El técnico, mientras espera una mesa de diálogo, cuenta que en su hospital llevan más de cuatro años con falta de insumos médicos, además de la falta personal que los obliga a doblar turnos.
Entre los manifestantes se encuentra también Atziri Rodríguez, enfermera del Hospital General Balbuena.
Afirma que otro problema es que hay venta de plazas, las cuales les pertenecían por antigüedad.
— ¿En cuánto las venden? — se le pregunta.
— “Arriba de ciento cincuenta mil pesos”, dice Atziri, una trabajadora de la salud en la CDMX con un salario de 6 mil pesos al mes.
Comenta que lleva años luchando por una base porque sus compañeros basificados ganan como mínimo unos 18 mil pesos mensuales.
Atziri no se quita su bata blanca y explica que la mayoría de sus compañeros trabajan bajo el esquema laboral de “Galene Salud”, que es un contrato temporal que tienen que renovar constantemente.
Sobre la falta de insumos en la red hospitalaria, ella considera que es responsabilidad de los directores y administrativos de las unidades médicas.
Junto a Atziri está Karla Valdivia, también enfermera en el Hospital Balbuena.
Comenta que desde hace 10 años les han negado un permiso de descanso que sirve para que el personal de salud se pueda desinfectar al tener contacto con pacientes con enfermedades contagiosas.
Valdivia añade que durante la pandemia los hicieron trabajar a marchas forzadas bajo la promesa de un bono que nunca llegó.
Varios de sus compañeros, además de la basificación, exigen homologación de salarios y prestaciones laborales.
Ellos llevan años luchando, gobernantes de la CDMX van y vienen, pero hoy esperan que Batres cumpla sus exigencias, ante la extinción del sistema de Salud capitalino.
Desde hace más de un mes han paralizado la CDMX y siguen firmes en la lucha porque para ellos esperar unas horas no es nada tras vivir años con la esperanza de un salario digno.