En Ayotzinapa los narcos colaboran contra la verdad histórica

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En Ayotzinapa los narcos colaboran contra la verdad histórica. En la Fiscalía General de la República (FGR) están empeñados en torcer las indagatorias sobre el caso Ayotzinapa.

Ya llegaron al extremo de reclutar, como testigo, a Abigael González Valencia, operador financiero del Cártel de Jalisco Nueva Generación.

El  también cuñado y socio de Nemesio Oseguera “El Mencho” ya consiguió beneficios por endulzar los oídos de quienes quisieran que la verdad de los hechos fuera distinta a la que ya conocemos.

Hace unos meses fue trasladado de la prisión de máxima seguridad del Altiplano al Reclusorio de Santa Martha Acatitla.

Conviene tener presente que en el pasado se le tuvo que sacar del Reclusorio Norte, porque tenía toda una red de apoyos para llevar la cárcel de modo menos complicado.

Pero el narcotraficante convertido en informante es cauto, porque a estas alturas todos saben que los estudiantes luego de ser asesinados fueron incinerados y sus restos esparcidos en Cocula y en la barranca de La Carnicería.

Todo esto lo documento la FGR en su momento y lo hizo visible la CNDH. Hace años, por cierto, aún antes de 2018.

En Ayotzinapa los narcos colaboran contra la verdad histórica

Sin embargo, González Valencia puede ayudar, no a castigar a los verdugos de los normalistas, pero sí a los ex funcionarios que se vaya ofreciendo.

A estas alturas urgencia mayor de la FGR no es encontrar pruebas, sino más bien buscar elementos para un relato ideológico y no ministerial.

El fiscal Omar Gómez Trejo a estas alturas ya acepta que los cuerpos de los  jóvenes de la Escuela Normal fueron calcinados, aunque afirma que se hizo en diversos puntos y de forma controlada, en incineradoras, no en hogueras.

Se queja de que han pasado siete años y pues sí, tres de ellos desmontando lo que ya se había avanzado y eso siempre complica las cosas.

Ahora sus afanes consisten en proceder contra los peritos que indagaron el basurero de Cocula y el Río San Juan.

Pero volvamos a González Valencia, porque no deja de ser perturbador que se utilice a un delincuente de esa calaña para intentar destruir las carreras de quienes indagaron los hechos y no para dar con los responsables de semejantes barbaridades. El mundo al revés.

En el fondo, más allá de las perversidades ministeriales y de las venganzas, lo que se tendría que hacer es establecer con claridad cómo fue posible que 43 muchachos desaparecieran en las narices de las diversas policías.

Tampoco en ello hay mucha voluntad, porque todo apunta al ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca y a su sociedad con los Guerreros Unidos.

El ganador de este nuevo episodio será González Valencia, quien puede seguir inventando lo que sea procedente para evitar lo que más teme, su extradición a los Estados Unidos.


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