Ellos decidirán el futuro de México no una 4T. El 31.4% de los casi 130 millones de mexicanos, menores de 18 años, algunos urgidos de salir del encierro, otro tanto, temerosos de alguna experiencia traumática por la pérdida de un familiar cercano, son los que marcarán el camino en este ciclo escolar, no la Secretaría de Educación Publica (SEP), ni el habitante de Palacio Nacional, tampoco los padres, ahí va el destino de México.
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) ha detallado en los últimos 18 meses las afecciones durante el encierro sanitario de los niños y adolescentes -perdonen no manejar: los y las- quienes están solos.
Unos perdieron a uno o dos de sus padres, hermanos o cercano familiar e incluso amigos.
Otros padecen la violencia familiar, que mantiene la amenaza latente de la tercera ola del Covid-19 en 32 entidades y cerca de 2 mil 500 municipios que los componen.
Están sometidos a violencia familiar, mala alimentación, obesidad, ostracismo, inmovilidad, sobre todo aislamiento social, un grave problema a enfrentar.
El mismo INEGI reportó que 3.3 millones de niños y adolescentes con la pandemia mundial, han sido obligados a salir a trabajar en México.
Lo han hecho en empleos, algunos de ellos, no recomendables a su edad.
Pero la necesidad es mucha en todos los hogares, menos en los que gobiernan, empresarios o industriales, claro. Esos ni están.
Ellos decidirán el futuro de México no una 4T
El “enterrador’’ Hugo López-Gatell comentó que, hasta el 8 de agosto de 2021 se han registrado 61,000 contagios por Covid-19.
Y han sucedido 613 defunciones entre “niños, niñas y adolescentes’’, todavía no precisados si es por la mutación de virus, pero dijo: «es bajo’’.
Aquí la cuestión es saber si son sus datos y no los que se manejan otras instituciones serias y respetadas, entre ellas el INEGI.
Mientras la titular de la SEP, Delfina Gómez, traslada la responsabilidad a los padres de familia “si deciden enviar o no a sus hijos a las clases presenciales’’.
Aquí hay un factor importante.
También los padres de la clase media en proceso de extinción en el país están “hartos’’ de soportar a sus hijos.
Antes de la pandemia, se encontraban “bien’’ porque acuden al colegio, según los fifis, o a la escuela, dicen los jodidos.
¿Vamos a creer en el invisible y en la Delfina?
Si nuestros hijos de escuelas públicas estarán a salvo, tener que firmar la “acta de defunción’’, con que ellos quieren lavarse las manos.
Si algunos de los desesperados por socializar o ver a sus cuates que fallecen a causa de mutaciones y asumen su responsabilidad.
O van a salir que el Gobierno se hará responsable de los gastos funerarios, cuando todavía ni pagan a los “caídos’’ de la Linea-12.
Lo más curioso en todo esto es que nadie de la oposición ha salido a ofrecer alguna propuesta efectiva para enfrentar lo que viene.
Creo ya se dieron por vencidos, no tienen nada, por eso fueron arrollados del movimiento del descontento, más que “ideológico’’.
COMMODATO
Y vamos: “Sí’’, por la consulta de revocación de mandato en marzo del 2022.
Para él “invisible’’ es el parámetro, donde busca conocer si todavía lo quiere toda esa marabunta desalentada por los “otros’’ partidos y voto por él.
¡OJO!
Ahí van muchos de esos 31.4 por ciento de los “nuevos mexicanos’’, los cuales emitirán su opinión en las urnas por primera vez y después, votarán en la justa electoral del futuro.
Vamos a dejarles su opinión y de acuerdo a lo que han vivido, los niños y adolescentes que no recibieron medicinas no sólo para cáncer, sino para otras enfermedades terminales, si es que sobreviven los contagios o los abandonados por INSABI, lo determinan.
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