El Canelo Álvarez: el reto para mantener la cima

Mi amigo

Saúl El Canelo Álvarez es uno de los boxeadores mexicanos más importantes de la historia.

Es campeón indiscutible del peso súper medio, con cuatro cinturones.

Quizá para apreciar la magnitud de lo ocurrido, habría que tener en cuenta que solo seis peleadores han logrado algo semejante y en distintas divisiones: Bernard Hopkins, Jeremain Taylor, Terence Crawford, Oleksandr Usky y Josh Taylor.

El Canelo combina con inteligencia la fuerza y la estrategia, dentro y fuera del ring.

Estableció un cronograma, que lo llevó a pelear en cuatro ocasiones en 11 meses, pero ahí están los resultados.

El Canelo no se enfrentó a rivales cómodos, con la excepción relativa de las peleas de compromiso, sino a campeones que defendían un titulo y una jerarquía.

Lo saben Callum Smith, Billy Joe Saunders y el propio Caleb Plant que recibieron los fogonazos de El Canelo y constataron poderío.

Ahora bien, El Canelo sabe que vendrá una etapa igual de complicada, porque tendrá que defender sus títulos.

Está en la cima, pero ya están merodeando su territorio. Así es el box.

El Canelo Álvarez 

El Canelo tiene que administrar su propio éxito para definir cómo quiere que sea su biografía boxística la que, insisto, ya es todo un tema.

Si es tan calculador como hasta el momento, pero sin perder la cuota de osadía que se requiere, sabrá plantear cuántas peleas serán las que tiene que dar en el futuro.

Por lo pronto, es muy probable que vuelva a pelear a finales del primer trimestre de 2022.

Como todo campeón, es polémico, y su propia trayectoria no está exenta de crítica.

Esto también es natural, pero el box tiene la particularidad de estar sustentado en la verdad.

Es decir, lo que ocurre el ring es difícil de distorsionar, porque lo que ahí acontece suele tener la auditoría propia de la sangre.

Es verdad que siempre hay opiniones contrastadas, pero ello hace del box una actividad que se torna interesante dentro y fuera del cuadrilátero.

Por eso es polémico y más en una época donde suele imperar lo políticamente correcto y se confunden los roles e inclusive las influencias de una determinada actividad.

Me parece, sin embargo, que debiéramos seguir la carrera de El Canelo con la misma puntualidad que hasta ahora, porque es probable que todavía venga una etapa de sorpresas, esas que solo se dan cuando suena la campana.

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