El bumerán de Cuitláhuac. A estas alturas está bastante claro que José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, es un rehén de los pleitos entre facciones de poder dentro de la 4T.
Las acusaciones en su contra son inverosímiles y los mismos alegatos de la Fiscalía lo comprueban.
Malos políticos como el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, terminan por sofisticar el efecto bumerán de sus decisiones.
Quizá logre mantener a Del Río por meses en prisión, pero lo que está generando es la construcción de una candidatura.
Sí, Del Río Virgen se puede convertir en una propuesta competitiva de Movimiento Ciudadano (MC).
Inclusive significaría desprendimientos importantes dentro de Morena, por no hablar del PAN, PRD y PRI.
El relevo es hasta 2024, pero las falsas acusaciones, las persecuciones contra opositores, desatadas desde el Palacio de Gobierno en Xalapa, están propiciando una sucesión adelantada en un estado por demás proclive para la política.
Las irresponsabilidades del mandatario pueden inclusive provocar que el estado deje de estar gobernado por su partido.
Y que ello se traduzca, además, en una disminución de apoyos en plena contienda presidencial.
Ahora bien, ante la vinculación a proceso, más vale que la defensa del inculpado saque el tema del ámbito estatal y lo lleve a tribunales federales, porque de otra forma se les complicará la estrategia y sus resultados.
El bumerán de Cuitláhuac
La actuación del juez no es sorpresiva, aunque sea inquietante que con tan pocos argumentos y sin pruebas se puede dejar en prisión a alguien.
Hay que tener presente que para sustentar las acusaciones contra Del Río Virgen, y en particular la autoría intelectual respecto al homicidio de Remigio Tovar, candidato de MC a la alcaldía de Cazones, se argumenta que se encontró de inmediato a quien lo sucediera en la postulación.
Esto es una tontería. Lo que se requería, en ese momento, era velocidad en la postulación sustituta, porque faltaban 30 horas para que se realizara la elección.
Los fiscales también acusan que un testigo escuchó decir a Del Río Virgen, “ojalá esto no se ponga feo de nuevo”.
Esto en lugar de argumento de cargo, debiera ser de descargo, ya que el ambiente político en el estado era lamentable y violento en ese momento y por supuesto que había que desear que las cosas no empeoraran.
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