Esta mañana, el subsecretario de Seguridad Pública del Gobierno de México, Ricardo Mejía Berdeja, confirmó la aprehensión de Julio César “N”, implicado en la masacre de la Sierra Tarahumara.
El sujeto fue vinculado como responsable por el crimen contra los sacerdotes Javier Campos y Joaquín César Mora, así como del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma.
El operativo se llevó a cabo en Mexicali, sitio en donde Julio César “N” se encontraba refugiado.
Durante el reporte semanal de Cero Impunidad presentado en la conferencia presidencial matutina, el funcionario explicó que los esfuerzos de las autoridades llevaron a la captura del acusado.
«Las acciones de inteligencia vinculadas a un despliegue permanente de la Sedena y la Guardia Nacional permitieron que se detuviera en Mexicali a Julio César “N”», aseguró.
Así, las acciones han surgido en coordinación con las fiscalías de Chihuahua y Baja California.
Según el informe de Mejía Berdeja, el procesado ayudó a José “N” alias El Chueco a deshacerse de los cuerpos de las víctimas en Chihuahua.
“Además, ha habido también decomisos y aseguramientos de armas y vehículos”, continuó el subsecretario.
De esta forma, desde el 25 de junio hasta el 5 de julio, el despliegue ha sumado a 12 personas detenidas por la masacre contra los pobladores de Cerocahui.
Y desmantela una pieza más dentro del engranaje de la célula delictiva liderada por El Chueco, quién aún se mantiene prófugo.
La influencia de “El Chueco” en la Sierra Tarahumara
Desde hace al menos 10 años, José “N” es, al mismo tiempo, la extensión del Cartel de Sinaloa dentro del municipio de Urique, en Chihuahua y líder del grupo delictivo “Los Salazares”.
Periodistas han retratado a la cabeza criminal como el entero dirigente de la región de la Sierra Tarahumara.
De acuerdo con reportes de la Fiscalía General de Chihuahua, José “N” contaba con el apoyo de jefes de seguridad pública además de intervenir directamente en la vida política de la localidad.
