El 24 de junio la Corte Suprema de Estados Unidos anuló la histórica sentencia del caso Roe contra Wade y, con ello, revocó el derecho de las mujeres al aborto. Esta decisión podría amenazar los esfuerzos por liberalizar las leyes en otros países y envalentonar a los grupos que se posicionan en contra de la interrupción del embarazo.
La directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, Edith Olivares Ferreto, explica que las consecuencias ya son notorias en Estados Unidos. Al tratarse de una federación, la decisión de prohibirlo o permitirlo recaerá en cada una de las entidades. Se ha estimado que en al menos 26 de las 50 está casi totalmente prohibido y hay algunas que están a punto de promulgar restricciones.
Pero no sólo eso, uno de los impactos inmediatos es que hay mujeres que han comenzando a trasladarse a otros estados para poder ejercer su derecho a decidir. “Esto las está orillando, por supuesto, a acciones de criminalización y también hay un incremento en el costo que tiene abortar”, detalla Olivares. “Las mujeres y las personas gestantes siguen abortando y cuando se reconoce ese derecho lo que se permite es que lo hagan en condiciones de mayor seguridad”.
Estados Unidos, un referente a nivel mundial
La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos es considerada por organizaciones feministas como un “grave” retroceso, de 50 años, en el tema de derechos sexuales y reproductivos. Originalmente la sentencia Roe contra Wade aprobada por la corte en 1973 dictaminaba que la Constitución protegía la libertad de las mujeres que eligieran interrumpir su embarazo.
Su importancia es tal que no se limitó sólo a Estados Unidos, sino que tuvo repercusiones a nivel global. En su momento diversas organizaciones de mujeres en el mundo lo tomaron como referente para que en sus países se reconociera este derecho.
Por eso, de acuerdo a Olivares, una de las consecuencias a largo plazo podría ser que haya una “suerte de aprendizaje” en otros países no sólo en términos de avances, sino también de retrocesos.
“Los derechos se tienen que defender todos los días”
El caso de México es particular. Si bien la Suprema Corte de Justicia de la Nación en este país ha mantenido una posición firme y “garantista” respecto al tema de la interrupción del embarazo y ha emitido varias sentencias a favor, como la aprobada en Coahuila el pasado 7 de septiembre de 2021 en la que se declaró por unanimidad que es inconstitucional la penalización del aborto, Olivares advierte que no se debe dar por hecho.
“Una lección para las mujeres y para las personas gestantes alrededor del mundo es que estos derechos tenemos que defenderlos todos los días. No son conquistas que estén plenamente logradas. Hay un mensaje de los grupos antiderechos de que pueden arrancarnos y retroceder en lo que hemos logrado”, afirma.
La directora ejecutiva llama a continuar con la lucha y salir a las calles, incluso en los espacios en los que se reconocen estos derechos, como la ciudad de México. “Son movilizaciones absolutamente legítimas porque no sabemos si en algún momento podría retroceder, pero además son solidarias con mujeres y personas gestantes alrededor del mundo”, dice.
Ante este panorama, la posición de Amnistía Internacional es clara: no apoyan la decisión de la Corte Suprema, ya que consideran que el aborto es un derecho y que obligar a una persona a llevar a término un embarazo que no es deseado afecta sus propios derechos, su salud física y emocional, el bienestar de su familia, de su entorno y de sus amistades.
¿Qué se puede hacer para recuperar este derecho?
El día mismo día que la corte anuló la sentencia del caso Roe contra Wade rápidamente organizaciones en defensa de los derechos de las mujeres en todo el mundo se movilizaron. Activistas a lo largo del país, desde California hasta Florida, llevaron a cabo una serie de protestas en las que expresaron su desacuerdo.
Amnistía Internacional redactó una petición dirigida a las y los gobernadores de las entidades de Estados Unidos en la que se les solicitó detener las prohibiciones al aborto. El escrito fue publicado en su sitio oficial para que las personas interesadas firmaran y presentado a las afueras de la Embajada de Estados Unidos en México durante una protesta convocada por esta misma organización.
“En varios países del mundo activistas y personas aliadas están yendo a estas activaciones frente a las Embajadas de Estados Unidos. No vamos a ceder hasta que las mujeres y personas gestantes vuelvan a tener sus derechos sexuales y reproductivos”, finaliza Edith Olivares quien, convencida, asegura que este tipo de acciones pueden cambiar el rumbo que ha tomado el tema en Estados Unidos y en el resto del mundo.
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