Banco del Bienestar, un elefante blanco

SHCP obligada a garantizar recursos al INE

Banco del Bienestar, un elefante blanco en México.

El Banco del Bienestar representa un fracaso más del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Contrario a cumplir objetivos se ha convertido en un barril sin fondo.

Durante los últimos tres años, este banco ha tenido un presupuesto de mil 246 millones de pesos.

Sin embargo, cada año ha tenido reajustes fuera del presupuesto que alcanzan los 16 mil 711 mdp que no se reflejan en resultados positivos.

Las reasignaciones presupuestales en estos tres años representan un incremento de mil 340 por ciento, cifra exorbitante contra los escasos resultados lo que evidencia una pésima administración de sus recursos.

La semana pasada se anunció que durante estos días, el Presidente inaugurará de forma “simbólica” 300 nuevas sucursales, cifra lejana a las dos mil 700 que prometió que funcionarían a inicios de este año.

Actualmente operan mil 64 sucursales, incluyendo las 433 que funcionaban desde la anterior administración.

Por ello, las ampliaciones presupuestarias no se traducen en el cumplimiento de la meta planteada.

Banco del Bienestar un elefante blanco

De las sucursales que actualmente “funcionan”, muchas de ellas no tienen sistema, no hay equipos adecuados, cajeros automáticos y se ubican en lugares inaccesibles para los beneficiarios.

Hay que recordar que el Banco del Bienestar (antes Bansefi) es una banca de desarrollo y sus principales operaciones son la dispersión de programas sociales y el cobro de remesas.

Este es otro buen ejemplo del fracaso presidencial, no existe austeridad en la inyección de recursos al Banco.

Pero tampoco hay sucursales suficientes para dar servicio a la población que tiene que lidiar con servicios deficientes.

El actual titular del Banco del Bienestar debe informar el destino y ejercicio de los recursos asignados.

Y debe explicar el por qué estos no han sido canalizados para la construcción de las mil 636 sucursales que faltan.

Además, dar a conocer las acciones efectuadas para mejorar la infraestructura de las sucursales que operan actualmente.

Así como los mecanismos para acercar los servicios financieros a la población que carece de ellos.

Al mismo tiempo, la Secretaría de la Función Pública debe informar si existen investigaciones consecuencia de la falta de transparencia de los recursos  del Banco del Bienestar, así como del actuar de sus titulares.

Bajo este escenario, el Banco del Bienestar se ha convertido en un gran elefante blanco del actual gobierno.

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