Subejercicios amañados

SHCP obligada a garantizar recursos al INE

Subejercicios. Desde el inicio de la presente administración federal, el gobierno ha venido realizando una práctica deliberada que ocurre en cualquier mal gobierno, el subejercicio de los recursos públicos.

En la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, el subejercicio se define como las disponibilidades presupuestarias que resultan, con base en el calendario de presupuesto, sin cumplir las metas contenidas en los programas o sin contar con el compromiso formal de su ejercución.

La misma ley, establece que los recursos no gastados, deben devolverse a la Secretaría de Hacienda para redirigirlos a otros rubros que sean prioritarios.

Sin embargo, una característica del actual gobierno, es la opacidad en el manejo del gasto público y la definición -fuera de toda realidad- de las prioridades.

De todos es sabido que los rubros prioritarios, sobre todo a raíz de la pandemia, deben ser la salud, donde se ha observado desabasto de medicamentos y servicio deficiente de las instituciones sanitarias del sector público.

Subejercicios

Otro rubro prioritario y urgente debería ser la seguridad pública; sin embargo, el informe trimestral 2022, el tercer sitio de entidades con grandes subejercicios, lo ocupa nada más y nada menos que la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.

Contrario a los subejercicios, existe el sobre ejercicio, es decir, aquellas entidades o dependencias que observan un porcentaje mayor de gasto al que se asignó por parte de la Cámara de Diputados para el correspondiente ejercicio fiscal.

Llama la atención que este sobre ejercicio o reasignación de recursos públicos por parte de la Secretaría de Hacienda, en los últimos 4 años, sean las encargadas de las obras faraónicas del presidente López.

Así la Secretaría de la Defensa por ejemplo, hasta el año pasado, registró sobre ejercicio, por la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles, que sirva de paso, es una obra inacabada y poco funcional.

Otros sectores como energía y turismo también registran reasignaciones considerables para los proyectos pendientes de la refinería de Dos Bocas y el tan controvertido Tren Maya, ambos proyectos consumiendo un número importante de recursos.

En consecuencia, no es fortuito que los subejercicios estén amañados, para quitar a lo que a juicio del presidente no es prioritario para el país como la seguridad y la salud de las y los  mexicanos, y reasignarlo a sus magnas obras, a sus caprichos.

Por lo tanto, en Acción Nacional ya trabajamos en establecer medidas más estrictas que se contemplen en la Ley, para garantizar un gasto más eficiente, oportuno y transparente de los recursos públicos, y que éstos no sean redirigidos discrecionalmente a obras no prioritarias que en nada contribuyen a mejorar la calidad de vida de las y los mexicanos.

Estas reasignaciones sustanciales de carácter presupuestal deben de regresar al escrutinio y aprobación de la Cámara de Diputados y no estar sujetas a los caprichos del presidente.

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