La aspirante presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, ha decidido seguir la estrategia que en su momento llevó a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de México en 2018, sumar la mayor cantidad de adeptos posible.
Para lograrlo, Sheinbaum Pardo ha aceptado adhesiones de priistas, panistas, líderes sin afiliación partidista, sindicalistas, artistas, deportistas y académicos.
Esta estrategia, similar a la de López Obrador en 2018, ha generado polémica y rechazo entre las bases de Morena, principalmente debido al perfil de las nuevas adhesiones y las candidaturas por venir.
En el pasado, López Obrador sumó a figuras como Germán Martínez, Gabriela Cuevas, Lilly Téllez, Esteban Moctezuma, Nancy de la Sierra, Alfonso Romo y otros a su proyecto.
En cuanto a las candidaturas, Sheinbaum ha asegurado que no se involucrará en su selección y que no habrá negociaciones «en lo oscurito».
El método para elegir a los candidatos de la 4T será a través de encuestas, según lo señalado por la coordinadora nacional de los Comités en Defensa de la 4T.
La más reciente adhesión que ha causado malestar en la base más firme de Morena es la del medallista olímpico y diputado federal por el PAN, Rommel Pacheco.
Se le ha criticado por celebrar la votación en contra de la reforma eléctrica de la 4T y se le ha calificado de «traidor a la patria».
Sheinbaum continúa su camino hacia 2024, buscando construir una coalición amplia que le permita alcanzar sus ambiciosos objetivos electorales.