El pueblo de San Sebastián Xoco con el acompañamiento del Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDESC), interpuso un amparo contra autoridades locales y federales por la violación de derechos al permitir el desarrollo del proyecto Mítikah.
La demanda de amparo se presentó este jueves 23 de marzo ante los Juzgados de Distrito en la Ciudad de México.
Las autoridades demandadas son de la Secretaría de Comunicaciones, el INAH, Seduvi, Sedema, Sistema de Aguas y la Secretaría de Pueblos local.
VIOLACIONES
El pueblo de Xoco acusó la violación a su derecho al consentimiento libre, previo e informado.
Así como a participar en la elaboración y toma de decisiones de los estudios, evaluaciones y dictámenes de impacto ambiental, social, cultural y urbano sobre la construcción y operación del proyecto Mítikah, ubicado en territorio del Pueblo de Xoco.
El argumento es que las autorizaciones, permisos y resoluciones administrativas de las autoridades demandadas dieron luz verde a la construcción del rascacielos más alto de la Ciudad de México.
Eso vulneró directamente diversas disposiciones de la Constitución Mexicana y del Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Desde que Mítikah llegó a apropiarse de Xoco, nosotros nos opusimos al no tener información sobre las dimensiones, impactos e implicaciones del proyecto.
“A pesar de que desde hace muchos años hemos exigido a las autoridades capitalinas y de la Alcaldía que nos explicaran qué iba a pasar con el Pueblo, hicieron caso omiso”, refirió María Luisa Torres, una de las demandantes y originaria del Pueblo de Xoco.
MÍTIKAH
El proyecto Mítikah es un conjunto de usos mixtos de 22 mil 500 millones de pesos, en dos predios de 109,606.58 metros cuadrados ubicados en Avenida Universidad 1200 y Real de Mayorazgo 130.
Inició su construcción en 2008 y el proyecto original comprende una clínica de servicios médicos, un hotel y 500 departamentos de lujo.
Además, un centro comercial, un conjunto de oficinas, una torre de 60 niveles de 299 metros de altura, contando con un helipuerto.
El complejo abrió su centro comercial en septiembre de 2022 y el metro cuadrado del complejo habitacional tiene un valor de mercado de 87 mil 196 pesos.
Eso lo ubica como el sexto desarrollo inmobiliario más caro de la ciudad.
IMPACTOS
Al acompañar a los habitantes de Xoco en su defensa jurídica, la asociación ProDESC enumeró los impactos negativos que ha generado Mítikah en esa comunidad.
Uno de los mayores impactos generados por el megaproyecto inmobiliario es la falta de acceso a un suministro de agua potable suficiente.
A esto se ha sumado el aumento en el precio del predial, de otros servicios y el desplazamiento del comercio local, tras la llegada de grandes cadenas comerciales y de autoservicio.
Ello ha encarecido el costo y la calidad de vida de los habitantes, generando situaciones de desplazamiento forzado.
También ha ocasionado la fragmentación social y la criminalización de los pobladores que defienden su territorio ejerciendo su derecho a la libre manifestación.
A estos, se le suma la privatización de la calle Real de Mayorazgo, evidenciada a través de la “explanada de integración” construida para el acceso al centro comercial y a los estacionamientos subterráneos.
Esa privatización cambió drásticamente la fisonomía de la vialidad, dificultando de manera significativa el acceso y tránsito al Pueblo de Xoco, además de resultar inadecuada para sus celebraciones y tradiciones culturales.
“Las autoridades demandadas no informaron ninguno de estos impactos al Pueblo de Xoco, el cual tampoco participó en las definiciones del proyecto ni en los procesos de toma de decisiones, a pesar de que Mitikah comprende aproximadamente el 18 % de su territorio”, señaló ProDESC.
PUEBLO RECONOCIDO
La asociación civil recordó que desde 2017, el GobCDMX reconoció la existencia de 138 pueblos y 58 barrios originarios.
De entre estos se encuentra el pueblo de San Sebastián Xoco.
A pesar de ello, las autoridades capitalinas se niegan sistemáticamente a reconocerles sus derechos conforme a la ley.
De esta forma, Mítikah representa el más reciente caso de cómo los proyectos de desarrollo y especulación inmobiliarios en la Ciudad impactan negativamente en las formas de vida de comunidades locales.
Al mismo tiempo, actúan como un mecanismo de segregación y exclusión de los pueblos y comunidades indígenas en la capital del país.
Mientras, estas dinámicas son activamente promovidas por las autoridades, pero omiten garantizar los derechos reconocidos incluso a nivel local.
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