La enfermedad que puso jaque a casi todos los países del mundo, sigue avanzando, mutando, evolucionando, aunque resulta menos peligroso debido a la vacunación que ha podido llegar a casi todas las personas del globo. Ahora una variante detectada en julio de 2023, podría amenazar a México durante los siguientes meses.
Es importante remarcar que los virus cambian y evolucionan constantemente, por lo que un ligero cambio puede ser llamado «variante» con respecto al virus original detectado por las autoridades de salud. Tal es el caso del SARS-CoV-2 o COVID-19 que ha presentado diversas variantes, incluidas dos que ahora están en la mira de la Organización Mundial de la Salud: Pirola y Eris.
En el caso de Pirola, se trata de una variante bajo vigilancia y se le dio el nombre de BA.2.86 de manera oficial. Nació, o por lo menos fue detectada por primera vez en Dinamarca, a finales del mes de julio de 2023, expandiéndose rápidamente a otros países como el Reino Unido, Estados Unidos e incluso Israel.
Cuando una variante se pone en dicho concepto, quiere decir que requiere de atención y vigilancia a detalle. De manera inmediata, los científicos investigan si pueden suponer una amenaza para la salud pública en todo el mundo, además de compararla con otras variantes que ya están en circulación alrededor del mundo.
Sin embargo, las más recientes declaraciones de la OMS indican que ya se trata de una variante de interés. En este posicionamiento se está seguro de que sus cambios afectan al comportamiento del virus y a su posible impacto en la salud de la sociedad; es decir, tiene capacidad para ropagarsey provocar una enfermedad grave.
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