Ciudad de México.- El consumo de inhalables entre adolescentes en situación de vulnerabilidad o de calle se ha incrementado en los últimos años en la Ciudad de México, y los consumidores representan el grupo con mayor dificultad para rehabilitar, aseguró el Comisionado Nacional contra las Adicciones (Conadic), Manuel Mondragón y Kalb.
En entrevista, el ex secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal explicó que algunos de los menores adictos que viven en las calles utilizan diversas sustancias de muy bajo costo como thiner, marihuana, y solventes para evadir la realidad, y la mayoría de ellos rechaza los tratamientos.
“A los que llamamos niños de la calle que se juntan en áreas de marginación extrema y que se cubren y se protegen entre ellos están utilizando estas sustancias volátiles, no de hoy, de siempre y quizá sean los elementos más complicados para resolver.
“Ellos no quieren, primero no reconocen y si reconocen, lo último que quien es resolver su problema; su solución está en el activo, su solución está en la tierra con sus pares y sus semejantes”, precisó.
Mondragón y Kalb añadió que el internamiento de los menores no ha dado resultados como se esperaba, debido a que en muchas ocasiones escapan, o luego de que son dados de alta, vuelvan a consumir las sustancias.
“Al día siguiente del alta están en el pozo inhalando nuevamente, si es que no al tercer día se escapan para irse a la suciedad y al activo; ellos lo que quieren evadirse del mundo, ya de por sí con un coeficiente intelectual muy deplorable y en la medida que eso continúa, pues si algo afecta el consciente intelectual, es el uso de los activos imagínense en lo que terminan esas personas”, aseveró.
El funcionario federal urgió a que estos menores sean sometidos a tratamientos más estrictos, y que las autoridades les den seguimiento, una vez que egresan de las clínicas de rehabilitación.
Mondragón y Kalb añadió que no se debe dejar del todo a esos jóvenes, por lo que al salir de los centros de rehabilitación es necesario llevarlos a casas de medio camino, como ocurre en los casos de personas con alcoholismo, a efecto de que tengan un trabajo u ocupación y no reincidan y vuelvan a caer en las adicciones de los solventes.