Se disparó en 2018 inseguridad en Santa Cruz Meyehualco, pero el 2019 no se queda atrás

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Alberto Cuenca Reportero en Capital CDMX

Ciudad de México.-En la unidad Santa Cruz Meyehualco, donde las autoridades capitalinas lograron el retiro de 5 mil tianguistas, la inseguridad se disparó a partir de 2018, pero en 2019 sigue imparable, pues entre enero y abril de este año se registraron ya un 25 por ciento del total de delitos cometidos durante todo el año anterior.

De acuerdo con el portal de datos abiertos del gobierno de la Ciudad, la incidencia delictiva en esa comunidad ha registrado un crecimiento progresivo, pues en 2016 se iniciaron 580 carpetas de investigación, para 2017 ya eran 835, pero en 2018 se acumularon un total de mil 68 carpetas. Tan sólo en 2019 suman ya 277.

De los delitos reportados por la Procuraduría de Justicia local en lo que va de 2019, 192 son ilícitos de bajo impacto, como fraude, violencia intrafamiliar, encubrimiento o robo sin violencia.

Pero en las estadísticas le siguen el robo a transeúnte con y sin violencia, con 29 casos; así como el robo de auto, con 25 carpetas. 

En los primeros cuatro meses del año se iniciaron 13 carpetas por narcomenudeo, 18 por amenazas, cuatro por robo a casa habitación, una por secuestro, cuatro por lesiones, una por extorsión y otra por violación.

Hoy que las autoridades locales anunciaron la reubicación de esos vendedores, la alcaldesa de Iztapalapa Clara Brugada detalló que entre los problemas que los tianguistas generaban están basura acumulada que no se despeja a tiempo de las calles, dificultad para el paso a las escuelas, balaceras, robos, extorsiones, venta de mercancía no permitida, inaccesibilidad para vehículos de emergencias, tráfico excesivo, daño a infraestructura urbana, daño ecológico, también amarres de árboles y la utilización de áreas verdes como estacionamientos.

Además, se presentaba daño a infraestructura hidráulica (drenajes tapados por basura y grasas), fecalismo, consumo de drogas y alcohol, daño a viviendas (amarres en ventanas, rejas y accesorios), molestia a los vecinos por el ruido ocasionado por la operación del tianguis nocturno e invasión de áreas recreativas y de equipamiento como el Parque CriCri, entre otras afectaciones. 

 

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