Ciudad de México.- A la mitad del sexenio, el gobierno de Miguel Ángel Mancera presentó el proyecto urbanístico más ambicioso, hasta ahora, de su gestión, la transformación de Avenida Chapultepec en una calle completa cuya característica será crear un parque elevado y de entrada ya generó polémica entre vecinos, diputados y especialistas sobre su viabilidad.
El proyecto, elaborado por cuatro arquitectos, entre ellos, Fernando Romero quien junto con Norman Foster diseñó lo que será el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, incluye ampliación de las banquetas, la recuperación del Acueducto, la creación de plazas y espacios culturales así como de ciclovías.
La idea es regenerar el área colindante con la Zona Rosa así como generar un vínculo entre las colonias Roma y Condesa.
Para ello, la administración capitalina optó porque la iniciativa privada se hiciera cargo de este proyecto urbano a través de una asociación público-privada, en este caso, entre la Agencia de ProCDMX -antes la empresa paraestatal Calidad de Vida y Progreso- con la empresa INVEX Grupo de Infraestructura S.A.P.I. Se hará a través de una concesión por 40 años de un espacio de 101 mil 817 metros cuadrados. Se estima que las utilidades para el Gobierno capitalino a lo largo de ese tiempo sea de 361 millones de pesos.
El proyecto fue presentado oficialmente el 18 de agosto -18 días después que se otorgó el título de concesión- y vecinos de las colonias Roma y Condesa demandaron una consulta ciudadana. Sin embargo, la Agencia de ProCDMX, cuyo titular es Simón Levy, ha señalado que se abrirá un periodo de recoger opiniones para “enriquecer” el proyecto.
El delegado electo en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, ha señalado que ve como positivo el proyecto porque rescatará la zona que está deteriorada pero, insistió, en que debe escucharse y tomar en cuenta a la población.
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