Ciudad de México.- Una de las premisas de un sistema democrático eficaz, que sirve a los ciudadanos y no sólo a ciertos grupos, es que las tres ramas del gobierno —Poder Ejecutivo, Judicial y Legislativo— son un contrapeso de sus contrapartes. Jueces imparciales pueden frenar abusos, legisladores profesionales deben ser fiscalizadores del gobierno y éste debe negociar con el Legislativo la aplicación de políticas y ejercicio presupuestal.
Viene esto a cuento porque al cerrarse el periodo de registro de candidatos a la Asamblea Legislativa del DF queda claro que hubo dos ganadores en el partido mayoritario en la capital, Nueva Izquierda, el grupo de controla al PRD a nivel nacional, y el jefe de Gobierno, Miguel Mancera, que colocó a muchos de sus cercanos. Lo lamentable es que de acuerdo con los antecedentes éstos no apuntan a convertirse en contrapeso, sino en ejecutores de sus órdenes.
Las negociaciones por las candidaturas al Legislativo, tanto a nivel local como las federal por los distritos del DF, llevaron al desmoronamiento de corrientes y personajes dominantes durante muchos años, como René Bejarano y su IDN, y fortalecieron a otros a su costa, por ejemplo, a Mancera.
Mediante el amago de abrirle la puerta a cercanos a la jefatura de Gobierno se socavó el cacicazgo de Bejarano en la delegación Cuauhtémoc. La relación entre Alejandro Fernández, delegado con licencia, José Luis Muñoz Soria, candidato a gobernar la demarcación que ya dirigió entre 2006 y 2009, y Agustín Torres, quien gobernó de 2009 a 2012 y ahora es diputado local y candidato a legislador federal, con Bejarano, se tensó cuando “el profesor” ofreció a la actriz María Rojo la candidatura a delegada, con apoyo del gobierno.
Los tres personajes que recibieron en su momento el espaldarazo de Bejarano —Fernández de hecho, fue “destapado” por Dolores Padierna en 2011— para gobernar la delegación que IDN mantiene desde 2000 se inconformaron, pero su molestia amainó cuando a Muñoz le ofrecieron el sacrificio de la actriz a cambio de abandonar a Bejarano. El que fuera profesor de matemáticas del CCH y ahora colecciona autos deportivos de lujo, no dudó y abandonó a su mentor, junto con Fernández y Torres.
Estos dos aspiran a llegar a la ALDF y San Lázaro, respectivamente, como parte de la corriente Vanguardia Progresista, que leales a Marcelo Ebrard formaron en 2011 como un grupo de apoyo al exjefe de Gobierno pero que ahora responde al gobernante, dirigido por Héctor Serrano, secretario de Gobierno local.
Pero no son los únicos: de los jefes delegaciones que saltaron a una candidatura a la Asamblea, casi la mitad responde a las órdenes de Mancera. Leticia Quezada, de Magdalena Contreras, fue de las primeras en abandonar IDN para engrosar las filas de Vanguardia. Nora Arias, delegada con licencia en Gustavo A. Madero, pertenece a la corriente Fuerza Democrática pero tiene una alianza con VP. Otro de los cuadros que quiere velar por los mismos intereses es Roberto López, actual diputado federal que aspira a una escaño en la ALDF por la delegación Cuauhtémoc.
¿Qué es lo que puede esperarse de un grupo escogido por la jefatura de Gobierno? Sirva como orientación lo que encontró la consultoría Integralia, fundada por Luis Carlos Ugalde, quien fuera consejero presidente del IFE, en su Reporte Legislativo del primer año de la VI legislatura de la ALDF (septiembre 2012-abril 2013).
El estudio encontró que durante el primer año de legislatura se presentaron 259 iniciativas. “El PRD presentó el mayor número con 69, de las cuales 16 habían sido dictaminadas hasta el 30 de abril de 2013. (…) El jefe de Gobierno del Distrito Federal es quien tiene el mayor número de iniciativas dictaminadas con 18 de 30 turnadas (60%)”.
Eso significa en términos llanos que la mayoría de las iniciativas revisadas en comisiones y canalizadas hacia el pleno para su aprobación son las enviadas por el jefe de Gobierno. Para reforzar la hipótesis de que los legisladores actuales actuaron como oficialía de partes más que como poder independiente vale la pena señalar otro hallazgo del análisis.
“(El segundo) tema más abordado fue el político con 27 iniciativas (10%), relacionado con el interés que los legisladores han mostrado por dotar de mayor autonomía política y presupuestal al DF, así como el reclamo para que los Poderes del Distrito Federal gocen de las mismas atribuciones que los de los estados y municipios”, una bandera de Mancera.
Por el contrario, la fiscalización de las cuentas del gobierno, una de las tareas más importantes del Legislativo, no fue prioridad de los asambleístas.
Una bancada formada por leales al jefe de facción, que no responden a los intereses de los ciudadanos, parece armada con el objetivo de dar forma a la candidatura presidencial de Mancera en 2018. De acuerdo con los pronósticos el PRD enfrentará una prueba de fuego ante Morena, pero de salir avante veremos cómo, una vez más, uno de los poderes del Estado operará como apéndice del gobierno.
EN EL BALCÓN… Otra de las leales de Mancera, Evangelina Hernández, candidata a diputada por un distrito de Coyoacán, sin experiencia legislativa alguna, sigue figurando como responsable del portal de internet del Instituto Electoral del DF, donde trabajó como coordinadora de comunicación social. ¿Para la autoridad eso contará como una infracción a la regla que obliga a todos los funcionarios a separarse de cargos para ser elegibles a una cargo de elección?
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