Ciudad de México.-A menos de una semana de haber sido nombrado, el General Fermín Hernández Montealegre tuvo su primer descalabro tras la fuga de dos reos del Centro Penitenciario de Aguaruto.
El pasado viernes, mientras que el nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, se reunía con los 18 directores y secretarios de seguridad en la entidad, a unos metros, en la famosa Peni de Aguaruto, ya se trabajaba los últimos detalles de una nueva fuga.
Con esto, Fermín Hernández Montealegre pasó muy rápido a convertirse en el segundo militar marcado por la fuga de reos en el sexenio de Quirino Ordaz Coppel, toda vez que en 2017, cinco narcotraficantes evadieron la seguridad en el mismo centro penitenciario.
En aquel momento Robles Casillas argumentó que las condiciones de seguridad del centro penitenciario eran laxas e imperaba la corrupción, pues se presumía la participación del jefe de seguridad del penal, José Mario Murillo Rodríguez y otros custodios involucrados. A más de un año de lo acontecido, ninguno de los evadidos volvió a pisar la cárcel y el asunto fue quedando rezagado en la agenda mediática.En consecuencia, la SSPE, realizó una serie de modificaciones en la infraestructura que conllevaron inversiones millonarias para mejorar la seguridad del Centro Penitenciario de Aguaruto, pero la corrupción nuevamente les abrió la puerta a reos de alta peligrosidad que durante la madrugada de este domingo lograron evadir la justicia.
En esta ocasión fuentes extraoficiales mencionan que también hubo participación de custodios y que éstos se habrían marchado al mismo tiempo que los reos.
Se dice además, que uno de ellos podría haber sido Jesús Carlos Salmón Higuera, conocido por el apodo de el “Macaco” y que resultara jefe del sicariato bajo las órdenes de Jesús González Peñuelas el “Chuy González” y de Juan Pablo Lizárraga, el “Cien”, ambos lugartenientes del supuesto capo y fundador del cartel de Guasave, Fausto isidro Meza Flores, el “Chapo Isidro”.
El Macaco habría sido detenido en 2014 y posteriormente trasladado al Penal del Altiplano, en 2016, éste habría sido trasladado al Centro Penitenciario de Aguaruto.
Cabe recordar que este penal de mínima seguridad alberga a cerca de 500 reos de alta peligrosidad cuyo poder los convierte en una amenaza permanente.
Sea o no el Macaco, quien la madrugada de este domingo evadió la justicia, lo cierto es que a más de un año y medio de acciones dentro del Centro Penitenciario de Aguaruto, parece que éstas fueron insuficientes y la historia se repite.
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