Ciudad de México.- La ex Coordinadora General de los Centros Federales de Readaptación Social, Celina Oseguera Parra, fue enviada a prisión junto con otras 11 personas por la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán, lo que constituye el golpe de mayor nivel de la PGR a la estructura que presuntamente permitió el escape del líder del Cártel de Sinaloa.
Junto con ella también fue aprehendido y consignado Valentín Cárdenas Lerma, ex director del penal federal del Altiplano, del cual huyó Loera Guzmán, la noche del 11 de julio pasado.
Oseguera Parra fue objeto de continuas críticas en su paso por la titularidad del sistema penitenciario del Distrito Federal, por la incontrolable corrupción, abusos de autoridad, falta de control en los penales, sobrepoblación, protestas y homicidios entre internos.
La también ex directora del penal de máxima seguridad de Almoloya, quien formó parte de la administración del entonces jefe de gobierno, Marcelo Ebrard Casaubón, fue epicentro de críticas por el espinoso tema de delito de trata de personas.
En 2010, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, en ese entonces a cargo del ombudsman, Luis González Placencia, emitió la recomendación 4/2010, en la que criticó severamente el papel del sistema penitenciario por la red de prostitución de mujeres y su explotación en túneles que conectan a los juzgados.
El caso que destapó la red de sexo servicio con participación activa de custodios, fue el de una interna del Centro Femenil de Readaptación Social de Santa Martha quien el 21 de octubre de 2009 interpuso una queja en la CDHDF.
En esa ocasión, la afectada señaló que en cada traslado al Reclusorio Oriente donde enfrentaba proceso junto con su esposo, era víctima de hostigamiento sexual en los túneles por parte de custodios.
Le pedían que tuvieran sexo con ellos, o de lo contrario amenazaban con golpear a su marido. Además, las custodias que la acompañan le pedían que se prostituyera en el túnel del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, situación a la que se negó y en represalia le restringieron su derecho a recibir visitas durante un mes.
En su desafío a la CDHDF, Celina Oseguera respondió que los casos de prostitución en los reclusorios eran propiciados por las mismas internas que ofrecían el sexo servicio de manera voluntaria previo a las audiencias.
En contraste, Sandra Ávila Beltrán, La Reina del Pacífico, fue beneficiaria de tratos distinguidos a internos, pues a inicios de 2011, junto con otras internas, se sometió a una aplicación de bótox, situación que derivó en la renuncia de la directora del penal femenil de Santa Martha, Sara Leticia Morales Cartagena, ex colaboradora de Celina Oseguera.
En su administración al frente de los penales capitalinos, también se dispararon los casos de extorsión realizados por internos de diferentes reclusorios.
Por esa razón en noviembre de 2010 anunció una inversión de 147 millones 800 mil pesos para renovar los equipos de seguridad y vigilancia, así como obras de mantenimiento.
Pese a ello, las extorsiones y secuestros dirigidos por reclusos continuaron de manera incontrolable, aun cuando estos eran trasladados al módulo de máxima seguridad denominado Diamante.
La ex funcionaria también enfrentó amotinamientos, como el de marzo de 2011 en el Reclusorio Preventivo Varonil Sur, cuando los internos pintaron en el patio del centro de reclusión la leyenda “queremos mota”.
Celina Oseguera fue criticada un vez más, ya que en esa ocasión, el Grupo Especial Tiburón, sometió a los internos, los desnudó y colocó bocabajo en el patio del referido penal en señal de triunfo, lo que derivó en otro expediente de queja por parte de la CDHDF.
El equipo de trabajo de la entonces funcionaria también entró en el ojo del huracán. En abril de ese año nombró a Miguel Rivera Villa como director ejecutivo de seguridad penitenciaria de los penales capitalinos.
En mayo de 2009, Rivera Villa fungía como Secretario de Seguridad Pública de Zacatecas, en la administración de la entonces gobernadora Amalia García, año en el que 53 presuntos Zetas escaparon del penal de Cieneguillas.
El caso cobró relevancia a nivel internacional por el rescate que encabezó el cartel de Los Zetas; el subsecretario del sistema penitenciario de ese estado, Gerónimo Miguel Andrés Martínez, fue destituido y poco después pasó a formar parte del equipo de Celina Oseguera, y ocupó la dirección de la Penitenciaría de Santa Martha.
Posteriormente, fue destituido por la presunta protección al líder y reo de una banda de secuestradores que operaba desde la penitenciaría, identificado como Giovanni Bautista, sentenciado a 42 años de cárcel.
El continuo desdén de Oseguera Parra por aquellos que criticaban los actos de corrupción, la llevó a calificar a cinco internos del Reclusorio Oriente, que en noviembre de 2011 iniciaron una huelga de hambre, como “fanáticos religiosos”.
Y es que en ese grupo se encontraba el pastor boliviano Josmar Flores Pereira, a quien se le acusó en septiembre de 2009 de secuestrar un avión que llegaba a la ciudad de México.
«El riesgo es que personas u organizaciones delictivas estén tratando de utilizar el ‘fanatismo religioso’ de estos cinco internos inconformes para desestabilizar al sistema penitenciario del DF», mencionó en ese año la ahora ex Coordinadora General de los Centros Federales de Readaptación Social.