¿De qué murió Jambi, el orangután?

Ciudad de México.- Jambi, el orangután del zoológico de Chapultepec, murió el viernes 24 de Junio en miedo de la negativa del gobierno a trasladarlo y rehabilitarlo física y mentalmente en el santuario de grandes primates en Sorocoba Brasil, a petición de ambientalistas del Proyecto Gran Simio.

Jambi tiene un hermano llamado Toto. Nacieron en el zoológico en 1990 y 1991, respectivamente, ambos son especies híbridas y son hijos de Lisa, una orangután de sumatra, y de Goodie, un orangután de borneo.

Paulina Bermúdez, ahora directora de Proyecto Gran Simio México, conoció a Jambi y Toto en 2013 cuando ingresó a trabajar al zoológico más emblemático de la Ciudad de México. Cuenta que entonces pudo convivir con ellos y ver cómo su salud empeoraba día tras día.

Cuando concluyó sus labores en el recinto, siguió visitando a los animales y creó una petición en Change.org para que Jambi y Toto tuvieran un retiro en un santuario y recibieran cuidados y mejores condiciones en un hábitat especializado.

La propuesta de Proyecto Gran Simio México surgió porque consideraron que Jambi y Toto no contaban con espacio para poder practicar locomoción arbórea, tenían poca entrada de luz solar y sus exhibidores no eran adecuados para sus hábitos, por lo que ambos orangutanes mostraban síntomas como nulo acicalamiento, aletargamiento e incluso se les han detectado ectoparásitos. Por lo que el santuario en Brasil se ofreció para mejorar su calidad de vida en espacios amplios y abiertos, pagar gastos y firmar un compromiso de que no serían comercializados ni formarían parte del tráfico de especies.

La solicitud fue entregada el 10 de Abril. Iba dirigida al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera; a la Secretaria de Medio Ambiente (Sedema), Tanya Müller García y para el Director General de Zoológicos y Vida Silvestre en el DF, Juan Arturo Rivera Rebolledo. Pero fue rechazada el 7 de Mayo.

Rivero Rebolledo y la Bióloga Adriana Fernández, directora del Zoológico de Chapultepec, calificaron de “no viable” la propuesta y argumentaron, por medio de una carta dirigida a Proyecto Simio (de la que Capital MX tiene copia), que ambos orangutanes contaban con excelente salud: “no mostraron alteraciones de importancia clínica, sólo un ligero sobrepeso, el cual se está atendiendo, así como patologías dentales mismas que serán atendidas”.

Acerca del espacio en el que vivían los orangutanes, argumentaron que el zoológico ofrecía las instalaciones necesarias, aunque luego cambiaron su versión y mencionaron que era necesario adecuar el hábitat a sus necesidades:

“Cabe mencionar que hace 21 años el Zoológico de Chapultepec fue remodelado por última vez, cuando Jambi y Toto eran unas crías, y sus albergues cubrían sus necesidades básicas de alojamiento; con el paso del tiempo, los ejemplares crecieron y dichos albergues, así como sus casas de noche, requieren de labores de mantenimiento mayor y remodelación”.

Agregaron que estas adecuaciones ser harían este año una vez obtenidos los recursos federales destinados a la rehabilitación de los Zoológicos de la Ciudad de México .

Señalaron que el traslado de Jambi y Toto era rechazado sustentado con el artículo 55 BIS de la Ley general de Vida Silvestre, el cual establece que queda prohibida la importación, exportación o reexportación de ejemplares de cualquier especie de mamífero, marino y primate.

Tras la negativa de las autoridades y del fallecimiento de Jambi, Paulina Bermúdez lamentó:

“Durante muchos años vi morir animales en el más absoluto silencio, cuando trabajé ahí perdí a Nanuka la osa polar, perdí a Xiu Hua la osa panda, perdí a Khartoum, el rinoceronte blanco y este año a Jambi”.

Por su parte, en entrevista, Rivero descartó que la muerte de Jambi esté relacionada a las condiciones del zoológico y negó que tuviera alguna enfermedad. Explicó que los últimos días presentó problemas cardiorrespiratorios y distensión abdominal, pero aún se espera el resultado de la necropsia para determinar la causa del deceso.

Agregó que la próxima semana se reunirán con los integrantes de Proyecto Gran Simio para determinar el destino de Toto, a quien aún esperan con las puertas abiertas en el santuario de Brasil.

 

 

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