El mundo de la literatura está de luto. Mario Vargas Llosa, novelista, ensayista, periodista y premio Nobel de Literatura, falleció este domingo a los 88 años. La noticia fue confirmada por su familia en un comunicado breve: “Con profundo dolor, informamos el fallecimiento de Mario, padre, escritor y amigo incansable. Murió en paz, rodeado de sus seres queridos.”
Vargas Llosa fue uno de los máximos exponentes del llamado “Boom latinoamericano”, junto a Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes. Su obra abarcó desde novelas de profunda crítica social como La ciudad y los perros y Conversación en La Catedral, hasta exploraciones de la política, el erotismo y la historia, como en La fiesta del chivo o Travesuras de la niña mala.
Nacido en Arequipa, Perú, en 1936, su vida estuvo marcada tanto por la literatura como por la política. Fue candidato a la presidencia de su país en 1990 y, aunque perdió ante Alberto Fujimori, nunca abandonó la vida pública ni el debate democrático. Con los años, adoptó posturas liberales que defendió con pasión y polémica.
Fue reconocido con el Nobel en 2010 “por su cartografía de las estructuras de poder y sus imágenes mordaces de la resistencia, la revuelta y la derrota del individuo”, según la Academia Sueca.
Su partida deja un vacío inmenso en las letras de habla hispana. Vargas Llosa no solo escribió novelas: escribió sobre la libertad, sobre la complejidad humana, sobre América Latina y sus contradicciones.
Le sobrevive una obra monumental que seguirá desafiando, inspirando y provocando a generaciones futuras.
Descanse en paz, Mario Vargas Llosa.