En México, este 10 de mayo las madres de miles de desaparecidos han salido a manifestarse.
Datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) afirman que en el país existen 99 mil 833 desaparecidos hasta el 9 de mayo.
Según Aristegui Noticias, hay más de 52 mil fallecidos no identificadas que se encuentran en fosas comunes y centros de almacenamiento forense.
La cifra de las personas desaparecidas se disparó en 2006 cuando Felipe Calderón inició la lucha de las Fuerzas Armadas contra el narcotráfico.
Los siguen buscando
A lo largo del territorio mexicano, suenan diferentes historias de madres que buscan con las uñas y hasta por debajo de la tierra con tal de encontrar, por lo menos, un vestigio de sus hijos.
Sandra Luz Román, fundadora del Colectivo Madres Igualtecas, armada de picos y palas, se mantiene con la esperanza de encontrar a su hija:
“Yo sé que voy a encontrar a mi hija porque cada ocho días subo a cualquier cerro, a diferentes cerros, yo busco y busco y sé que viva o muerta la voy a encontrar”.
Hacia el Golfo de México, en diciembre de 2019, la desaparición del hijo de Rosario Pérez, miembro del Colectivo Solecito de Veracruz, le ha quitado el miedo:
“Vivo en la lucha tras lucha, día a día, buscando a mi hijo, esperando a que regrese… y no me da miedo ahora ni me dará miedo. Ya qué más daño me pueden hacer si me quitaron a mi hijo”.
Grupos como Las Madres Igualtecas y Colectivo Solecito de Veracruz brotan en toda la república en respuesta a la indiferencia estatal y federal ante la situación que se vive desde hace casi dos décadas.
Estos equipos se han consolidado como pieza importante en la resolución de algunos casos, trabajando en conjunto con Fiscalías y Procuradurías a lo ancho del territorio.
Sin nada que celebrar
Al igual que la gradación de esta monstruosa manifestación de violencia, las réplicas por parte de las mujeres que más sufren las consecuencias no cesan.
Como prueba de la perpetua dinámica entre las autoridades y los colectivos, el pasado 8 de mayo, la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum retiró las fotos de los desaparecidos de la ex glorieta de la palma.
Sheinbaum no permitió que la glorieta se tomara como antimonumento.
En respuesta, algunas familias regresaron a colocar a sus desaparecidos al día siguiente.
Otros grupos aunaron los rostros en los mosaicos ya ocupados por desaparecidos de años pasados en las paredes de la Glorieta de Insurgentes.
Por otro lado, las manifestaciones se hicieron visibles en todo el país:
En la Ciudad de México (CDMX), se marchó desde el Monumento a la Madre hasta el Ángel de la Independencia.
Mientras tanto, al rededor de la república otros grupos encabezados por estas luchadoras sociales también realizaron marchas para exigir respuestas y fomentar a la indignación del pueblo.
Otras manifestaciones con participación importante se formaron en Tijuana, Veracruz, Nuevo León y Puebla.
Están desapareciendo a la juventud
Karla Quintanilla, Comisionada Nacional de Búsqueda asegura al El País que se presenta una tendencia de desaparición juvenil.
Las víctimas se concentran en hombres de entre 20 y 40 años y mujeres de entre 15 y 25.
Quintanilla afirma que, si bien la mayoría de las víctimas son hombres, es importante hacer un análisis diferencial de los patrones.
“De 2007 a 2020, de las 16,000 mujeres desaparecidas, 44 por ciento son niñas y adolescentes. Los varones del mismo grupo de edad representan el 14 por ciento total, según la RNPDNO”, declara la experta.
Los casos de hombres que sufren este delito son mayores a comparación de las mujeres en casi todos los grupos etarios.
Sin embargo, Marcela Villalobos, presidenta de Amnistía Internacional México, advierte que las niñas de entre los 10 y 14 años sufren más este delito en comparación con su homólogo masculino.
De hecho, la mayor parte de las desaparecidas son menores de 24 años a diferencia del sexo opuesto en el mismo grupo.
Esto debido a que las desapariciones de mujeres están generalmente ligadas a la trata de personas, violencia sexual y feminicidio.
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