De acuerdo con una investigación de la Universidad de Toronto, al menos tres dispositivos fueron infectados con el software espía Pegasus.
Las promesas sobre un Estado que, deslindándose de las viejas prácticas gubernamentales se desprendía de la censura contra los medios, se desdibujan sobre verdades destapadas.
Una publicación en el informe de la organización mexicana de defensa de los derechos digitales R3D atisbó un fenómeno en repetición mediante un acto de control social por parte del gobierno.
Al encontrar que los celulares de tres comunicadores habían sido intervenidos entre 2019 y 2021.
Se trató del periodista Ricardo Raphael, de un corresponsal de Animal Político, así como el del activista Raymundo Ramos Vázquez.
Investigadores de Citizen Lab, un grupo de vigilancia digital integrante de la Universidad de Toronto, fueron quienes dieron con el hallazgo.
Y aunque se trata de un trabajo realizado por Pegasus, software perteneciente a la empresa israelí especializada en vigilancia NSO Group, la brújula hacia el autor ejecutivo señala al Gobierno mexicano, una vez más, como orquestador.
La relación espía México-Pegasus
La red de espionaje ha mantenido una relación larga con la organización gubernamental del país.
Desde 2017, la coordinación del entonces presidente, Enrique Peña Nieto, implementó por primera vez este acto voyerista.
Lo cual marcó un parteaguas sobre las formas en las que los poderes políticos podrían ejercer un control sobre la información de otros políticos, comunicadores y opositores.
Durante este periodo, Pegasus grabó y tuvo acceso a toda la información de los teléfonos de decenas de periodistas.
Un acto que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, condenó por ser una contundente violación a los derechos humanos.
“Acerca del espionaje:
“Ya no hay, ya pueden ustedes hablar tranquilamente por teléfono, ya no hay golondrinas en el alambre”, aseguró a dos semanas de haber tomado posesión.
Coda en la que recaía cada conferencia matutina en la que se le cuestionaba sobre el sofocante panorama de los comunicadores mexicanos.
“En la actualidad no hay ya contratos con estas empresas.
“Sí hay un servicio que tiene la Secretaría de la Defensa, como otras secretarías, Marina, para llevar a cabo labores de inteligencia. […]
“No, ya no existe ninguna relación con esta empresa”, señaló el 3 de agosto de 2021, según la revista Proceso.
“Ya no está el Cisen, ya no se espía a nadie, no se persigue a nadie, no se escuchan conversaciones telefónicas.
“Ya no existe el estado mayor presidencial, ya eso ya cambió”, continuó en diciembre del año pasado.
El designio Pegasus
Este software brinda a quienes contratan este servicio el acceso a la memoria del teléfono infectado.
Por lo que las tareas de grabación, productos que usualmente son comprados por gobiernos y fuerzas de seguridad, son las más demandadas por este tipo de empresas.
Los primeros prototipos desarrollados durante el sexenio pasado utilizaban una liga enviada por SMS para apoderarse de los teléfonos de quienes caían.
Sin embargo, la optimización agigantada de las tecnologías ha promovido que este tipo de softwares operen a fino escalpelo, de tal manera que los móviles pueden ser interceptados con facilidad estratégica.
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