El Frente por la Ciudad de México (CDMX) entró a una fase determinante para la unidad en las elecciones constitucionales de 2024.
Y en ese proceso no alcanzó la unidad porque no la existía desde un principio debido a que Morena se metió en el proceso para generar división.
En el Frente estuvieron analizando en 2022 la forma en la que designarían a su candidato y la lógica era hacerlo por la vía más democrática que contrastará con los “dedazos” de Morena.
Pero al iniciar este año las reglas fueron claras al hacer el reparto de candidaturas en Coahuila, Estado de México y CDMX.
Desde ese momento, las dirigencias nacionales del PAN, PRI y PRD pactaron que los partidos con mayor peso en las entidades llevaría mano y lo hicieron público.
Por esa razón, el PAN tenía en sus manos la designación de Santiago Taboada como candidato a la Jefatura de Gobierno.
Fisura en el Frente CDMX
Y eso fue utilizado por Morena para tentar a los ingenuos que no entendieron que las reglas del juego ya estaban definidas.
Al final, Taboada logró la candidatura y sus opositores Adrián Rubalcava y Sandra Cuevas generaron una fisura, sin embargo, han quedado disminuidos porque en Morena no querían sumarlos sino utilizarlos para causar una crisis en el Frente, sobre todo luego de que ellos construyeron una unidad artificial al designar a la precandidata derrotada como su carta fuerte para gobernar la capital del país.
Ahora viene un nuevo conflicto por el reparto de las alcaldías y diputaciones locales y federales que son las de mayor valor porque más allá de que logren el triunfo en la Jefatura de Gobierno, habrá un crecimiento en espacios de representación popular.
Es decir, viene un proceso en el que el Frente por la CDMX va a poner en suerte la verdadera unidad y eso será determinante para el resultado electoral del año entrante. ¿División o unidad?
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