El talante autoritario de la 4T

La reforma eléctrica podría acabar con el PRI

El talante autoritario de la 4T. La autollamada Cuarta Transformación ya dejó ver su talante autoritario y, sobre todo, quiénes son amigos y quiénes sus enemigos.

Para los narcotraficantes, “abrazos, no balazos”, y para migrantes y autoridades legítimamente electas de la Ciudad de México, golpes con justificaciones inverosímiles.

En Chiapas, agredieron a migrantes que querían cruzar al país. Un agente del Instituto Nacional de Migración pateó en la cara a una persona que estaba en el suelo.

El INM y la Guardia Nacional están en la frontera sur para contener a quienes buscan cruzar a territorio mexicano.

Pero lo hacen a golpes, porque esa es la instrucción que tienen de sus superiores para evitarles el paso.

En la CDMX, la policía capitalina, bajo las órdenes de Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch, golpeó a autoridades electas, cuando querían ingresar al Congreso local.

Lía Limón, alcaldesa electa de Álvaro Obregón, resultó lesionada y sangraba de la nariz debido a los golpes recibidos por los granaderos.

Autoritarismo de Sheinbaum. El talante autoritario de la 4T

Claudia Sheinbaum demuestra su autoritarismo. Se ha negado a recibir a los alcaldes electos opositores y ha retrasado los trabajos de transición.

No digiere la derrota que los capitalinos le propinaron el 6 de junio.

Actúa como dictadora, aventándole la policía a los opositores para que los golpeen y no les permitan el acceso al recinto legislativo.

Los policías agresores, identificados en videos, serán suspendidos, informó la Secretaría de Seguridad. Sin embargo, los mandos superiores, a cargo del operativo, no recibieron castigo.

Martí Batres, secretario de Gobierno capitalino, justificó la agresión. Declaró que si los alcaldes hubieran informado que irían al Congreso, “nosotros hubiéramos facilitado las cosas”.

Lo cierto es que Sheinbaum, por un lado, quiere quitarle facultades a los alcaldes electos al obligarlos a utilizar los colores del gobierno federal.

Y por otro, después de haber decretado la desaparición de los granaderos, se los echó encima a Lía Limón y compañía.

Quería evitar que ingresaran al Congreso a hablar sobre las libertades que les están coartando.

¿Dónde quedó la jefa de Gobierno que hablar de democracia, de libertades y de que en su gobierno no se agrede a los ciudadanos?

Hacer política y lograr acuerdos

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