El castillo de naipes de Cárdenas Palomino. Luis Cárdenas Palomino está en prisión. Se le acusa de torturar a miembros de la familia de Israel Vallarta para que declararan pertenecer a la banda de secuestradores Los Zodiaco.
Desde noviembre pasado buscaban al ex director Regional de la Policía Federal, uno de los hombres más cercanos a Genaro García Luna.
En los hechos se convirtió en uno de los brazos operativos más eficientes de la estrategia de seguridad de aquellos años.
Cárdenas Palomino se distinguía por su preparación y alcances, muy distintos al grueso de los oficiales policiales.
Seguramente debido a su paso por el Centro de Investigación en Seguridad Nacional, donde conoció al propio García Luna.
No deja de ser una paradoja el observar lo que en los hechos es la destrucción de uno de los grupos policiacos más importantes que ha tenido el país y que hoy ven el derrumbe, como si fueran un castillo de naipes.
El castillo de Cárdenas Palomino
Están pagando por sus errores, pero también porque son elementos redituables para fortalecer el relato del pasado reprobable.
A la Fiscalía General de la República (FGR) no le interesaron las acusaciones de los Vallarta, presentadas desde 2012, hasta ahora.
Pasaron muchos años entre las supuestas sesiones de tortura y la captura de Cárdenas Palomino.
El caso se inscribe en el expediente de Florence Cassez, quien recibió un amparo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por las violaciones al debido proceso que ocurrieron durante su detención.
Es loable que la tortura se persiga y ojalá a partir de ahora sea una constante y no una perla en medio de los mares embravecidos de la impunidad.
Las quejas por tortura no suelen llegar a buen puerto. Tan solo en 2019 se realizaron unas 7 mil indagatorias, en las fiscalías del país, pero sin detenidos en la mayoría de las ocasiones.
Un dato, entre 2006 y 2008 se realizaron 27 mil investigaciones que tuvieron como resultado la condena de 50 responsables.
Por lo pronto, las autoridades tienen en su poder a un personaje que puede ser central para el futuro de García Luna.
Podría declarar en contra de su ex jefe para librar condenas severas, aunque es poco probable que lo haga y por dos razones: lealtad al ex secretario de Seguridad Publica y porque ellos siempre han alegado ser inocentes, sobre todo de las acusaciones de corrupción.
Veremos en las próximas semanas si se le suman acusaciones a Cárdenas Palomino y si algunas de ellas tienen que ver con relaciones indeseables con el crimen organizado.
Ahora enfrentará los coletazos del caso Cassez y todo lo que sigue implicando en el panorama político y el castillo de naipes de Cárdenas Palomino.
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