Este es el caso de Karina Nápoles. Quien era una enfermera de 36 años que laboraba en el hospital general de Tláhuac.
Desde el viernes 11 de marzo, ella y su hijo Oscar fueron reportados como desaparecidos.
Esto ocurrió en el poblado de San Antonio Tecómitl, en la alcaldía Milpa Alta, en la Ciudad de México.
Hasta el momento, la familia de los desaparecidos a acusado a la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México.
Donde se ha mencionado que han actuado de forma negligente en torno al caso.
Karina fue vista por última vez cuando salió a hacer ejercicio en la localidad de San Antonio Tecómitl.
De acuerdo con la versión de la familia, a esa misma hora su ex-esposo habría pasado a buscar a su hijo para llevárselo.
Fue desde ese momento que no supieron nada de ambos durante los siguientes tres días.
Según las versiones que hay del caso, pasados los tres días, el pequeño habría regresado en un taxi, solo.
Fue él quien contó a sus familiares que durante el tiempo en que desapareció estuvo en Hidalgo.
En este punto de la historia, los familiares ya habrían acudido a la Fiscalía capitalina a denunciar ambas desapariciones.
Y se organizarían para buscarla de forma independiente y ajena a la investigación de las autoridades.
El caso de Karina Nápoles
Karina es enfermera de profesión y durante la pandemia contribuyó en primera línea para combatir la COVID-19 y salvar vidas en el Hospital General de Tláhuac, hoy pedimos su atención y apoyo para localizarla salva y sana” ,compartieron en redes sociales conocidos y amigos para solicitar ayuda para su búsqueda.
Fue el pasado viernes 18 de marzo que la familia por fin dio con su paradero.
Informaron en redes sociales que la habían localizado pero ya sin vida.
Se ha señalado en estos días que el posible responsable del feminicidio de Karina Nápoles es su expareja.
Sin embargo, no se ha informado sobre el estatus de la investigación.
Extraoficialmente se supo que la hermana del presunto feminicida lo obligó a entregarse a las autoridades.
incluso trascendió que fue él quien habría revelado que había dejado el cuerpo de Karina en las barrancas del Ocotal, donde fue hallada.
Del mismo modo, según lo declarado por sus conocidos en medios, se dio a conocer que Karina ya había comentado en distintas ocasiones que sufría violencia.
Por parte de su entonces pareja, pero le tomó mucho tiempo dejarlo por el miedo que le tenía.
Derivado de su muerte, el pasado 19 de marzo, un grupo de mujeres realizó una protesta en la una de las consignas fue: ‘El Covid-19 no la mató, la mató un feminicida’.
Así, las manifestantes exigieron justicia para Karina Nápoles.
Varias mujeres acudieron a dejar velas y flores blancas para un altar en las letras de la explanada Tecómitl.
A la par, se realizó una colecta para la familia de la enfermera.
Imprimir artículo