De mero trámite, el Congreso capitalino se instaló hoy jueves como parte del Constituyente Permanente para aprobar la minuta de reforma constitucional al poder judicial que le envió el Senado.
Fue de trámite porque a pesar de haber arrancado temprano, a las 9:00 horas y con inusitada puntualidad, en otros 18 congresos estatales dominados por Morena ya se habían adelantado y avalaron la minuta desde ayer miércoles.
Se necesita que, como mínimo, 17 de los 32 congresos estatales avalen una minuta de reforma constitucional para que se valide su ratificación por parte del Constituyente Permanente.
Por eso lo que sucediera en el Legislativo capitalino estaba por demás.
Así, estuvo por demás que los diputados locales de Morena, PT y PVEM se quedaran a dormir en el recinto de Donceles y Allende desde la noche previa, para asegurar su presencia en la sede legislativa y tener el quórum de mayoría calificada que permitiera ratificar la minuta.
SE QUEDARON A DORMIR
Los alrededores del Congreso de la Ciudad se convirtieron desde hace dos días en un búnker, rodeado de vallas de la Policía y de granaderos, pero los legisladores de la 4T decidieron hacer guardia aquí desde la noche del miércoles 11 de septiembre, ante cualquier intento de trabajadores del poder judicial o diputados de la oposición por tomar las instalaciones de Donceles y Allende.
Había rostros cansados, pómulos largos y marcadas ojeras entre diputados morenistas, como fue el caso de Fernando Zárate, quien a medianoche tuvo que buscar un espacio para tender su sleeping bag en el tercer piso del recinto de Donceles, ahí donde durante los días de sesiones solemnes se despliega la banda de guerra para entonar el Himno Nacional.
En ese piso alfombrado buscaron su propio espacio otros diputados de la 4T como Alejandro Carbajal, quien hoy por la mañana no tuvo empacho en mostrar su camisa toda arrugada durante la sesión del Constituyente Permanente.
Para esta suerte de camping también llegaron con su sleeping bag otros morenistas como Elizabeth Mateos y Paulo García. Otros lograron acomodo en las sillas y sillones que hay en las oficinas de la Jucopo o de la propia bancada de Morena.
Por demás estuvo que a los diputados locales de la 4T se les pidieran permanecer atentos desde las 4:00 de la mañana del mismo miércoles, para ser convocados de urgencia a sesión de la Constituyente Permanente.
La urgencia no se concretó con todo y que el presidente de la Junta de Coordinación Política, el pevemista Jesús Sesma, ya tenía listo un acuerdo para convocar a esa sesión, pero no le valió estar prevenido.
PUNTUALES Y ORDENADOS
A nadie del morenismo le valió estar prevenido, porque sin mayores aspavientos la sesión del Pleno comenzó este jueves a las 9 de la mañana con 47 legisladores y la garantía de la Mesa Directiva Martha Ávila, en el sentido de que todas las fuerzas políticas tendrían garantizado su derecho de expresión o manifestación. Faltaba más.
Un poco antes, todos los de la 4T salieron en fila de sus oficinas y así, uno tras otro, llegaron ordenaditos al salón de sesiones, con su café en mano, algunos con tenis y varios con ropa arrugada.
Entre ellos iba la presidenta del PRD en la Ciudad, Nora Arias, quien así ya dejaba entrever que su voto sería a favor de la reforma al poder judicial. El voto número 46 de la 4T estaba asegurado, así como las alianzas políticas.
CARTULINAS VS HOJAS
Las y los diputados del PAN, bien descansados, entraron al salón del Pleno con unas playeras negras en las que resaltaba con letras blancas la leyenda: “¡Sin justicia no hay futuro!” o “#SoyResistencia”.
Para combinar, llevaron también cartulinas negras con las mismas leyendas y las desplegaron alrededor de la tribuna cuando su compañero de bancada Ricardo Rubio subió para hablar en contra de la reforma y decirles a los de la 4T que “los carniceros de hoy serán las reses de mañana”.
Menos hábiles en la estrategia mediática de lucir para la foto, los de la 4T imprimieron en hojas tamaño carta consignas de apoyo a la reforma judicial.
“El pueblo manda”, “¡La reforma va!” o “¡Justicia sí, privilegios no!”, se leía en sus hojitas.
No obstante, los morenistas se vieron más hábiles para ocupar espacios en torno a la Mesa Directiva y, en particular las legisladoras, se desplegaron en torno a los asientos de la Presidencia, las Vicepresidencias y las Secretarías.
Ahí, las hojas tamaño carta de la Cuarta Transformación compitieron con las cartulinas del panismo, junto con los gritos y consignas de uno y otro bando.
“SUBESTIMAN AL PUEBLO”
Con todos los diputados de la Cuarta Transformación rodeándola, la coordinadora de Morena subió a tribuna para decirle a los opositores que aprendan de su derrota del pasado 2 de junio.
“Es indignante que el único argumento que ustedes tienen en esta tribuna es cómo se va a votar (la elección de jueces y magistrados).
“Subestiman al pueblo de México; el pueblo de México es sabio, es trabajador, es transformador y ya lo demostró el 2 de junio”, les restregó Xóchitl Bravo sobre todo a los del PAN.
Desde su curul, el vicecoordinador de los panistas Diego Garrido hacía un reclamo airado a la presidenta de la Mesa, Martha Ávila, quien rechazó darle entrada a las mociones suspensivas que se presentaron contra la minuta.
A Garrido no le valieron los gritos, los manotazos, ni las acusaciones de ilegalidad. Era la tónica del día.
La única panista que ocupaba un espacio en la Mesa Directiva por ser vicepresidenta, era Olivia Garza. En medio de todas las hojitas color guinda del morenismo, ella lucía su playera negra con sus consignas en letras blancas.
Martha Ávila le pidió que se quitara la playera, pero ella no lo hizo.
“QUE SE BAJEN”
Desde abajo los panistas exigían que las diputadas de Morena se bajaran de la Mesa Directiva y ello derivó en una confrontación verbal entre bandos.
Apostadas en las escaleras que suben a la Mesa, las morenistas Valentina Batres y Yuriri Ayala impedían que las panistas Liz Salgado, Claudia Montes de Oca y Frida Guillén llegaran hasta donde se encontraba su compañera Olivia Garza, para apoyarla.
Sin poder subir, las de Acción Nacional exigían a gritos que las de Morena no pertenecientes a la Mesa Directiva se bajaran.
—Cálmense compañeras—, pedía Valentina Batres a las legisladoras del PAN.
—¡Tú a mí no me vas a calmar!—, le respondió retadora Claudia Montes de Oca.
Ante unos ánimos que ya se caldeaban, Martha Ávila solicitó la intervención del personal de Resguardo, ordenando que nadie subiera a la Mesa, mientras pedía que el resto de las morenistas se bajaran y regresaran a sus curules.
Así pudo funcionar el resto de la sesión, no sin algún traspié de la presidenta de la Mesa que mostró un dejo de fricción con la coordinadora de Morena Xóchitl Bravo.
El problema fue que la morenista Martha Ávila sometió a votación si la minuta estaba suficientemente discutida.
La mayoría de Morena dijo que ya estaba suficientemente discutida y así se esperaba que el siguiente paso fuera la apertura del tablero de votación, pero Ávila anunció que abriría la lista de oradores para razonar su voto, lo que derivó en que Xóchitl Bravo cuestionara desde su curul la decisión de la presidenta de la Mesa.
Pidió que se aclarara esa ambigüedad. Visiblemente confundida, la presidenta de la Mesa solo atinó a llamar a reunión de emergencia a los coordinadores de bancada y luego decretó un receso de cinco minutos que se extendió por media hora.
Luego del receso y por acuerdo de los coordinadores, siete diputados de la 4T subieron a hablar a favor y siete de la oposición lo hicieron en contra.
Cada uno tuvo tres minutos al micrófono y aunque algunos se tomaron el doble de tiempo, la sesión fluyó rápido a partir de ese momento.
LA VOTACIÓN Y LAS ALIANZAS
El punto culminante llegó poco antes de las 2 de la tarde, cuando en el tablero de votación se registraron los sufragios de los 66 legisladores locales.
Hubo 46 votos a favor de la reforma judicial (de Morena, PT, PVEM) y 20 en contra (de PAN, PRI y Movimiento Ciudadano), lo que además refrendó las alianzas que concretó Morena con legisladoras que antes fueron de la oposición.
Así, la ex priista Silvia Sánchez Barrios y la aún perredista Nora Arias votaron a favor de la reforma judicial.
Y aunque la aprobación de la minuta fue de mero trámite, la sesión del Constituyente Permanente sirvió para que la 4T inaugurara su aplanadora en el Congreso de la CDMX, una mayoría total para lo que venga en esta tercera Legislatura.
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