Con todo y la Guardia Nacional la tala clandestina sigue imparable en el Parque Nacional Cumbres del Ajusco.
Paseantes que acuden en fin de semana a esa zona de reserva ecológica denunciaron a Capital CDMX la presencia de talamontes.
Entregaron una serie de fotografías en donde se observa una amplia extensión de bosque totalmente afectada por la tala.
En las imágenes se aprecian enormes troncos derribados, ya sin ramas.
Además, quedan decenas de tocones como evidencia de que en lugar hubo árboles.
Refirieron que el lugar en donde se tomaron esas fotografías se localiza en una zona conocida como El Abrevadero, a la altura del kilómetro 19 del Circuito Picacho-Ajusco.
Destaca que ese punto de tala clandestina se localiza a escasos dos kilómetros de las instalaciones de la Guardia Nacional.
Esas instalaciones se ubican en el kilómetro 17 de ese dicho Circuito y fueron inauguradas el 8 de agosto de 2020 por la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum.
Cuando realizó esa inauguración, la mandataria destacó que la Guardia Nacional apoyaría con labores de vigilancia en la zona de reserva ecológica y precisamente para combatir delitos como la tala clandestina.
PROBLEMA AÑEJO
Desde 2019 Capital CDMX ha documentado la existencia de talamontes en ese Parque Nacional, sin que las distintas autoridades hayan podido enfrentar el problema.
De acuerdo con lo que este medio ha investigado, los talamontes operan en las noches y durante varios días.
En un primer momento derriban los árboles, los limpian de ramas y los dejan en el punto.
Después regresan por los troncos y los suben en camiones para llevárselos furtivamente hacia el Estado de México por la carretera federal que conecta al Ajusco con el municipio de Jalatlaco.
En junio de 2019 y en entrevista la directora de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenader) de la CDMX, Columba López Gutiérrez, aceptó sin tapujos el grave problema de la tala clandestina en el Parque Nacional Cumbres del Ajusco.
Dijo que para ese momento se habían afectado 200 hectáreas de esa zona de conservación, algo equiparable en territorio a la primera sección del Bosque de Chapultepec.
Habló de una red de talamontes que involucra a personas provenientes de Michoacán, y reconoció haberse sentado con algunos de ellos para convencerlos de detener su actividad.
También dijo que muchos talamontes provienen del Estado de México, pero además hay habitantes de los pueblos de San Miguel y Santo Tomás Ajusco.
Calificó como muy agresiva la tala en el Ajusco y según sus cálculos, para ese momento la tala habría generado alrededor de 800 metros cúbicos de madera en rollo.
SEGÚN LA SEDEMA
En su informe de labores que presentó en noviembre ante el Congreso capitalino, la secretaria de Medio Ambiente Marina Robles no hizo ninguna referencia a la tala en el Ajusco.
De manera muy general y en un párrafo refirió acciones emprendidas en el último año en suelo de conservación.
Dijo que se brindó atención a 276 denuncias ciudadanas.
Se hicieron 805 recorridos de vigilancia, se ejecutaron 634 inspecciones y 22 operativos.
Se aplicaron 560 clausuras de obras y actividades ilegales.
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