Las novedades en Chipas provienen de hechos conocidos, el crimen organizado controla y disputa territorios, pero lo que sí es distinto, es que el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar no parece dispuesto a continuar con el silencio y la negligencia que imperó en el mandato de Rutilio Escandón.
El que tampoco quiere sudar calenturas ajenas es el fiscal chiapaneco, Luis Llaven, quien acusó que la negación de la violencia, que imperó durante el sexenio que apenas culminó, dejó una triste “herencia de fosas y de cuerpos.”
Es de tal magnitud el desafío, que, en el arranque del mandato, el gobernador Ramírez Aguilar lo hizo anunciando la puesta en operación de las Fuerzas de Reacción Inmediata Pakal, que tienen el objetivo de combatir a la delincuencia de modo frontal.
Hay que destacar el hecho, porque no es frecuente que en la 4T se apueste por las policías civiles y más bien prefieren el despliegue de las fuerzas armadas, lo que provoca que mandatarios estatales y municipales no cumplan con la tarea y responsabilidad en el mantenimiento de la seguridad pública.
Para resolver un problema, lo primero que se tiene que hacer es reconocer que existe, diagnosticar su gravedad y poner en marcha las estrategias que sean adecuadas para resolverlo o atenuarlo.
Al menos en lo que respecta a las primeras semanas de ejercicio del cargo, es justamente lo que está haciendo Ramírez Aguilar. Es una oportunidad para el estado que gobierna y tiene las herramientas para hacerlo, porque además cuenta con un apoyo político propio y no tienen que someterse a componendas del pasado, aunque tampoco se pueden obviar los distintos intereses que accionan sobre todo en la zona fronteriza, debido, en parte, a que el tráfico de personas se convirtió en uno de los negocios más redituables para las organizaciones delincuenciales.

El desafío puede ser la oportunidad para el gobernador de Chiapas, mostrando, además, que resultó acertada su determinación de no amilanarse ante los amagos que se hicieron desde Palacio Nacional para que el candidato de Morena fuera el actual director del IMSS, Zoé Robledo.
Quienes también han insistido en la situación de emergencia, son los voceros del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, quienes anunciaron un repliegue táctico para evitar el enfrentamiento con las células de los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación.
Es como una vuelta en el tiempo. La agenda en Chiapas estará concentrada, por el momento, en la situación de la violencia, pero con características muy distintas a las del pasado, porque ahora el riego proviene de grupos que no se detendrán en tanto no perciban que sufrirán las consecuencias de retar a la sociedad y al gobierno estatal.
Publicado en Forbes México el 31 de diciembre de 2024.