El FC Barcelona logró una importante victoria como visitante tras derrotar 2-3 al Paris Saint-Germain en el Parque de los Príncipes.
El partido comenzó lento con mucho tránsito de balón y pocos remates en los arcos. La primera opción clara de gol ocurrió al minuto 19, cuando el portero Gianluigi Donnarumma no pudo cortar una bola de tiro de esquina y Nuno Mendes ahogó el grito de gol de Robert Leandowski casi en la raya del arco.
El FC Barcelona tuvo más el control de la pelota y en la primera parte lució más como un equipo que juega de local y no de visitante. Claro ejemplo de eso fue que Donnarumma tuvo más trabajo que ter Stegen, el portero del conjunto catalán, y Kylian Mbappé no generó peligro.
El primer gol del FC Barcelona llegó al minuto 36 luego de una jugada impulsada por Robert Lewandowski. Abrió la cancha enviando una pelota a Lamine Yamal y este último realizó un centro que fue desviado por Donnarumma, con tan mala suerte para el portero del PSG que el balón llegó directo a los pies de Raphina y el brasileño remató prácticamente sin arquero.
Hasta ahí las cosas, un FC Barcelona superior y con el 0-1 finalizó el primer tiempo.
Pero la euforia en el Parque los Príncipes llegó rápidamente luego del pitazo que dio inicio al segundo tiempo.
Al minuto 47 Ousmane Dembelé empató el encuentro luego de un fortísimo remate que no pudo controlar ter Stegen.
El PSG amplió el marcador al minuto 50 con otro potente remate de Vitinha. Con el 2-1 a su favor, el conjunto francés se volvió una aplanadora y estuvo muy cerca de marcar el tercer gol pocos minutos después, luego de que el tiro de Bradley Barcola (que ingresó para la segunda mitad en sustitución de Marco Asensio) pegara en el travesaño.
En el mejor momento del PSG, sin embargo, llegó el segundo gol del equipo español. Al minuto 61 el técnico Xavi Hernández sacó a Sergi Roberto y mandó a Pedri a la cancha.
Segundos después, Pedri lanza un pase elevado con una precisión quirúrgica y Raphinha se acordó de la estirpe de los goleadores brasileños y remató al primer toque sin dejarla caer. Go-la-zo.
El partido del segundo tiempo fue otro, ahora sí un espectáculo digno de cuartos de final de la Champions League.
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