Al diablo con los datos

El COVID aliado de la 4T

Al diablo con los datos. La definición del gobierno de cuarta sobre los órganos autónomos, que muchos de ellos ayudaron a construir cuando profesaban otro credo, y dicen ahora fueron “creados para darle trabajo a los amigos de exfuncionarios’’ del pasado, prevén qué espera el INEGI.

Las verdades a medias o mentiras piadosas del inquilino de Palacio Nacional a quien le faltan tres años de contrato, de que los funcionarios que conforman los órganos de control muchos de ellos “según’’ representan a la sociedad civil es una ofensa.

Y que solo “viven del presupuesto público’’, al igual que él sembró a sus “cuates’’ en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), SCJN, CJF.

Y va por el Banco de México e Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Que independientemente del color del gobernante al frente surgido de los partidos en proceso de extinción Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), siempre fueron una piedra en el zapato.

Varias encuestas realizadas por el INEGI e igual del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), de temas y problemáticas socio-económicas incomodaron a “neoliberales’’ y hoy a los renovadores.

El mismo líder de esa gavilla de arrepentidos, que se asociaron en Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), ha “descalificado’’ cuando los datos van en contra y “aplaude’’ cuando son a favor.

Su desmañanada frase de “nosotros tenemos otros datos’’, parece que será realidad en los próximos tres años sobre temáticas esenciales para evaluar la hermosa patria, al llegar al INEGI, Graciela Márquez Colín.

Al diablo con los datos

No se puede descalificar de entrada a Márquez Colín, todos tenemos el derecho al beneficio de la duda y su llegada, porque no se negará lo ordenado por el jefe del Ejecutivo, que no se discute, sino se cumple.

Ante una oposición sin “dientes’’, que ni ellos mismos se ponen de acuerdo para enfrentar las elecciones del próximo año, la aprobación de la propuesta presidencial para encabezar el INEGI será protocolo.

¿Cuál es el peligro? Que exista uniformidad en “sus datos’’ con los del Instituto Nacional de Estadística, eso sería la debacle.

Mientras continúan minando a los órganos electorales autónomos: Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

No se puede ocultar y menos a aquellos que cubren el INE y el TEPJF no perfectos, pero baluartes de la democracia conocen, son necesarios.

El primero, creado para avanzar en la construcción de lo que llevó a la alternancia del poder a “los otros’’ y aprobar o desaprobar la legalidad de los comicios, provocado por un tal Manuel Bartlett Díaz.

Mientras que el TEPJF de quienes vivimos esa Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con una reforma, impulsada por un gobierno priista y mayoría en el Legislativo, dio vida para atender disputas electorales.

En esa época, un ministro emblemático y extinto, Juventino Castro y Castro, bajo los efectos de varios cafés, me comentó: “podemos’’ entrarle, lo establece la Constitución, pero mejor “otros’’ es sean los expertos.

COMMODATO

Desde esta trinchera, les deseamos los mejores festejos de Navidad y Fin de Año.

Será diferente después del canijo COVID-19. Solo ocupen por su familia las mejores medidas de seguridad sanitaría. 

Nos escribimos el 2022.

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