Seguridad 18-24

¡Ya era hora!  

Seguridad. Una semana sin Twitter. Me hackearon


El 2021 deja algunas noticias buenas en el terreno de la seguridad.

Las explico y comento para luego recomendar lo que debe hacerse y así evitar el naufragio de los avances cuando inicie el nuevo sexenio.

La consultora mexicana Lantia Intelligence, en el informe sobre el 2021, incluye dos frases sobre lo positivo del año que está yéndose:

“En 2021 la incidencia delictiva se mantuvo a la baja”.

Y la “capital del país fue probablemente el lugar donde la reducción de la inseguridad fue más notoria”.

En efecto, en la entidad gobernada por Claudia Sheinbaum es notable la reducción de la inseguridad.

Entre 2019 y septiembre de 2021 se desplomó el número de delitos en un 44.6 por ciento; y en homicidios la reducción alcanza un 34 por ciento.

Así pues, algo está haciéndose bien en la capital en materia de seguridad.

Por otra parte, Marcelo Ebrard ha encontrado una veta de oro en el replanteamiento de los acuerdos de seguridad con Estados Unidos.

Dentro del gran proyecto, la iniciativa con más jalón mediático ha sido la demanda legal en Estados Unidos contra fabricantes de armas.

Independientemente de la evolución y conclusión de esa iniciativa que comentaré durante 2022, lo más alentador e innovador es que, finalmente, el gobierno mexicano hizo a un lado la pasividad y el derrotismo histórico frente a Estados Unidos y ataca de frente el suministro de material bélico a los criminales.

Seguridad

​Siempre hay peros, y en esta ocasión el senador Ricardo Monreal lanzó uno muy filoso durante una entrevista radiofónica con Gladys Zavaleta y Joel Valdez de Multimedios en Monterrey.

Fue cauteloso, pero preciso. Alabó al presidente, sí, para luego lanzar el claridoso dardo:

“(La seguridad) es una asignatura pendiente”.

Sabemos lo que critica, nos falta saber lo que propone.

​Necesitamos balances que incluyan lo bueno, lo malo y lo inquietante.

Entre lo francamente negativo del trienio está el enorme costo social (105,000 muertos en tres años por 156,000 con Peña Nieto y 120,000 con Calderón en sus respectivos sexenios), la inseguridad en regiones rurales y el evidente avance del crimen organizado en la política electoral.

Entre lo inquietante está el incremento en el poder de los militares y la sospecha de que conceden un trato preferencial al Cártel de Sinaloa.

​Si ampliamos el plazo analizado podríamos incluir la cadena de éxitos en la contención de los criminales.

Antes del caso de la CdMx deslumbraron por algunos años las soluciones implementadas en Ciudad Juárez, Monterrey y Tijuana.

También hay soluciones que se mantienen: Cherán en Michoacán, Ciudad Nezahualcóyotl en el Estado de México y la región lagunera.

Me detengo en La Laguna por ser uno de los pocos casos en los cuales el presidente Andrés Manuel López Obrador dio continuidad a una solución negociada por los grandes empresarios laguneros con Felipe Calderón en 2011 y formalizada con Enrique Peña Nieto en 2014.

La región lagunera era un enigma irresoluble por la acumulación de actores oficiales: dos gobiernos estatales, siete municipios, varias corporaciones policíacas federales y dos zonas militares.

Los empresarios laguneros, con el apoyo de otros sectores, diseñaron, en conjunto con la autoridad; un Mando Especial inédito en el país.

Las autoridades locales formaron una Policía y un Grupo Antisecuestros Metropolitanos que tienen competencia en toda La Laguna y el mando está centralizado en un militar nombrado por la Sedena.

El esfuerzo lo monitorean ONGs especializadas en el seguimiento de la inseguridad.

En esa región se ha logrado una reducción notable en la criminalidad. Un éxito.

Preservar lo bien hecho

​Sobre los últimos 30 años puede concluirse que los diferentes gobiernos han sido incapaces de crear una estrategia integral adecuada al riesgo.

Debemos exigirla a los aspirantes a la presidencia de todos los partidos.

Con esa base tendremos elementos para rechazar esa maldita costumbre de los recién llegados de sepultar en tierra bronca lo hecho por su predecesor.

Preservemos y repliquemos lo que funciona.

Los éxitos en seguridad más duraderos se han construido desde abajo, desde la sociedad que participa activamente en la elaboración e implementación de las políticas de seguridad.

Déjense de ocurrencias, aprovechen lo bien hecho.


Colaboraron Anuar Israel Ortega Galindo y Sergio Huesca Villeda

 

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