Los coordinadores de las distintas bancadas en el Congreso capitalino acordaron retirar el dictamen de una reforma que facilita a Morena cambiar la Constitución local y que motivó la toma de tribuna por parte del PAN el martes pasado.
El controvertido dictamen de reforma a la Ley Orgánica del propio Congreso local ya no apareció este jueves en el orden del día de la sesión ordinaria.
Esto a pesar de que la reforma ya se había votado en lo general y la presidenta de la Mesa Directiva Martha Ávila había dado por buena esa votación que arrojó 41 sufragios a favor y cero en contra.
Fue el resultado de esa votación la que derivó en la inconformidad de los panistas y la toma de tribuna, pues argumentaron que una reforma de esa naturaleza debe contar con 44 votos como mínimo para ser válida, es decir, la dos terceras partes de los integrantes del Legislativo.
A COMISIONES
Hoy la presidenta de la Mesa Martha Ávila ofreció una conferencia de prensa para detallar que a partir del acuerdo tomado por los coordinadores parlamentarios, ese dictamen regresará a comisiones.
Dijo también que se tomó esa decisión no solo para destrabar el conflicto político, sino porque el procedimiento legislativo no concluyó, pues faltó la votación en lo particular.
“Desde la Presidencia vamos a atender de manera institucional este planteamiento con el ánimo y la buena disposición para que los trabajos legislativos avancen mediante consensos y acuerdos entre las fuerzas políticas”, dijo Ávila.
En ese ánimo dijo que en su calidad de presidenta de la Mesa, no impondrá el descuento que por reglamento procede aplicar a los panistas, debido a que no votaron el dictamen y ello cuenta como inasistencia.
Dijo que no aplicará la sanción para que no se vea como un castigo o revancha por la toma de tribuna.
También defendió el haber dado como válida la votación de 41 sufragios y no de 44, pues expuso que el artículo 335 del Reglamento del mismo Congreso señala que son efectivas las votaciones de las dos terceras partes de los diputados presentes y no de los integrantes.
“Si ellos (los panistas) optaron por incurrir en inasistencia, no es comprensible que después tomen la tribuna y saboteen la sesión.
“Si ellos decidieron no votar, eso significa que faltaron a la sesión en estricta aplicación de la fracción segunda del artículo 65 del Reglamento del Congreso”, alegó Ávila.
LA REFORMA POLÉMICA
La polémica reforma que derivó en la toma de la tribuna deriva de una iniciativa presentada por la coordinadora de Morena en el Congreso local Xóchitl Bravo.
La diputada propone que para validar un cambio a la Constitución capitalina se requerirá el voto de la dos terceras partes de los diputados “presentes” en una sesión del Pleno y ya no el voto de las dos terceras partes de todos los “integrantes” del Legislativo local.
A eso se le conoce como mayoría calificada y hoy para alcanzarla se requiere el voto de 44 de los 66 diputados que integran el Congreso de la Ciudad.
Con la reforma que plantea Xóchitl Bravo se facilita llegar a la mayoría calificada e incluso Morena no tendría necesidad de los votos de sus aliados políticos como el PT o el PVEM.
Al señalar que la mayoría calificada se logra con los “presentes”, en un supuesto donde solo hubiera 34 diputados durante una sesión, las dos terceras partes son 23 legisladores y ese número lo tiene por sí solo el grupo parlamentario de Morena.