La impunidad por el robo de cables permea en el Metro capitalino, a pesar de que las autoridades reconocen que se trata de un problema grave donde interviene delincuencia organizada.
En los últimos trece meses las autoridades del propio Metro presentaron 57 denuncias penales por el robo de cable.
De esas denuncias, 50 se interpusieron entre enero y diciembre de 2022.
Las otras siete denuncias son tan solo de enero de 2023.
Cada una de ellas corresponde a un hecho delictivo de corte de cable.
DESCONOCE EL DATO
En compañía de integrantes del Consejo Consultivo del Metro, el director de este medio de transporte Guillermo Calderón presentó un diagnóstico sobre el impacto del robo de cables.
Se trata de líneas alimentadores de la barra guía o de tracción, de señalización, así como de alta tensión para subestaciones y alumbrado.
La ausencia de un cable genera el calentamiento de otras líneas de conducción de energía y ello podría derivar en un incendio.
No obstante, cuando se le preguntó a Guillermo Calderón cuántos detenidos hay por esos robos, dijo desconocer el dato y expuso que esa información no la maneja él.
“Yo personalmente no le doy seguimiento a ese tema”, dijo Calderón en conferencia, al agregar que será la Fiscalía capitalina la que informe.
Sostuvo que se trata de robo y no sé sabotaje.
Menos evasivo, el diputado local del PRD y ex director del Metro Jorge Gaviño, reconoció ahí que el robo de cable no es nuevo.
Alertó que el problema se ha incrementado de manera exponencial y a pesar de ello ha quedado impune.
¿QUIÉNES SON?
Guillermo Calderón aceptó en esa conferencia que el robo de cables lo cometen personas conocedoras del Metro.
Habló de grupos organizados con capacidad logística que conocen el acceso por alguno de los 186 registros ubicados al exterior del Metro o que rompen malla ciclónica para extraer el cable en tramos superficiales de este medio de transporte.
Esos grupos se mueven en camionetas que en una noche, cuando las vías están sin energía eléctrica, pueden sustraer hasta 100 metros lineales de cable.
Pero cuando se le cuestionó si los trabajadores o ex trabajadores del Metro podrían estar detrás de esos robos, Calderón lo negó rotundamente.
“No lo creo”, acotó, al reiterar que se trata de la operación de bandas externas y argumentar que los trabajadores son también víctimas de esos grupos.
“Los trabajadores están comprometidos y son las víctimas de este hecho delictivo, son lo que tienen que correr para hacer las reparaciones (donde hubo un corte) antes de que inicie el servicio”, dijo.
EL DIAGNÓSTICO
Durante la conferencia, el director del Metro detalló que entre 2019 y 2023 se registró la sustracción de 14.5 kilómetros de cable.
Tan solo en 2022 hubo un robo de 4.7 kilómetros de cableado que tiene un peso de 32 mil 949 kilos.
Cada kilo de cable puede tener un valor de 130 pesos, pero a las autoridades del Metro les costo 50 millones de pesos la reposición del cable robado tan solo durante el año pasado.
Para transportar ese volumen de cable robado se requerirían 32 camionetas de una tonelada de capacidad cada una.
Los tramos donde es más recurrente el robo se localizan en la Línea 2, entre Cuatro Caminos y Panteones, así como entre Xola y Taxqueña.
En la Línea 3 entre Indios Verdes y La Raza.
En la Línea 5 entre el Instituto del Petróleo, Valle Gómez, Aragón y Oceanía.
En la Línea 1 entre Pantitlán y Guelatao, y en la Línea B entre Ciudad Azteca y Bosque de Aragón.
Todos esos puntos tienen un rasgo en común: son las zonas donde el Metro corre superficialmente y hay también corte de la malla ciclónica e ingreso para robar cantidades importantes de cable.
HUBO MÁS ROBOS EN 2022
Durante la conferencia, se presentó una estadística sobre incidentes por robo de cable de enero de 2022 a 2023.
Esa gráfica se eliminó después en la distribución que se hizo a medios a través de los canales oficiales de comunicación social.
En la gráfica eliminada se observa que durante enero de 2022 hubo más robos de cable que en enero de 2023.
En enero del año pasado hubo siete incidentes, con el robo de 2 mil 233 metros de cable.
Para enero de 2023 también hubo siete incidentes, pero la sustracción fue de solo 739 metros de cable.
En esa gráfica también se observa que de noviembre de 2022 a 2023 una tendencia ascendente en el robo de cableado.
Durante noviembre hubo cuatro casos, en diciembre seis y para enero de 2023 subió a siete.
Cuando se le preguntó a Calderón cómo explicaba la diferencia tan grande de datos entre enero de 2022 y enero de 2023, respondió:
“Son las correlaciones que buscamos siempre hacer, por eso pusimos a disposición la estadística.
Si hay algún tema estacional, si hay algún tema geográfico, que sí lo hay, de irrupción, entonces, todas esas son las correlaciones que ponemos a disposición de la investigación”.
Durante la conferencia otro ex director del Metro, Jorge Jiménez Alcaraz, justificó la diferencia en cifras de enero a enero al decir:
“Enero de 2022 son 31 días de robo, y la cifra que nos dieron aquí es de siete días del mes de enero de 2023, o sea, no puedes comparar”.
Lo que no mencionó es que en ambos periodos se reportó el mismo número de incidentes de robo, con siete registros y aún así la sustracción de cable en enero de 2022 fue mucho mayor.
LA GUARDIA NACIONAL
El dato importa porque las mismas autoridades han utilizado el aumento en el robo de cable como un argumento para justificar la entrada de la Guardia Nacional.
De hecho, Guillermo Calderón subrayó que la entrada de la Guardia Nacional redujo el robo de cable, a pesar de que la presencia de los uniformados solo se da en estaciones, no en vías.
En los hechos, con la Guardia solo bajó en un incidente el robo de cable, respecto a la semana previa en la que no hubo militares.
Antes del ingreso de la Guardia hubo cuatro incidentes, con el robo de 530 metros de cable.
Ya con los militares hubo tres incidentes, con el robo de 209 metros.
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